A los 85 años, el humorista gráfico Hermenegildo Sábat falleció mientras dormía, según informó el diario Clarín, medio donde trabajó los últimas cuatro décadas.
Nació en Montevideo el 23 de junio de 1933. Su padre fue el dibujante, periodista y escritor Juan Carlos Sábat Pebet y su abuelo fue Hermenegildo Sábat Lleó, nacido en España, que llegó a Uruguay a corta edad, se dedicó a la pintura y fue un popular caricaturista. Su madre era oriunda de Buenos Aires.
Publicó sus primeros dibujos a los quince años en el diario Acción de Montevideo. Trabajó como fotógrafo, impresor ófset, redactor, periodista, siendo nombrado en 1965, redactor del diario El País, ocasión en la que tomó la decisión de renunciar, porque no deseaba asumir la tarea de conducir un periódico, y abrazó su vocación de artista plástico. Desde 1966 en la Argentina y hasta su muerte desarrolló su carrera de caricaturista en los periódicos La Opinión, Primera Plana, Atlántida y desde 1973 Clarín, donde ilustró la página de política.
Los dibujos de Sabat fueron sumamente polémicos en los años de Kirchnerismo. En 2008, durante el conflicto con el campo hizo una caricatura de Cristina Fernández de Kirchner con la boca vendada que fue calificada por la ex presidenta como mensaje mafioso.
En 2012, en el marco de un fallo judicial desfavorable para la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual favorable para el Grupo Clarín, Sábat publicó en el diario Clarín una imagen de la presidenta con un ojo golpeado, que suscitó repudios de diversos sectores. Días después la Legislatura porteña reunió votos suficientes para repudiar la caricatura al ser un acto de violencia de género. La legislatura en su documento consideró a la misma fuertemente sexista y misógina, y que constituía un acto de violencia simbólica contra la mujer prohibido por la ley 26.4856
El 6 de septiembre de 2017 Eduardo van der Kooy escribió un artículo en Clarín sobre Santiago Maldonado en momento de hallarse desaparecido; la caricatura de Sábat con la que habitualmente editorializa las notas mostraba el rostro del joven con sus razgos modificados;7 la iconografía a la que Sabat parecía estar recurriendo al alterar la foto icónica de Maldonado alargando su cara y angulando sus cejas son imágenes de Rasputín y el «Judío Errante» de Courbet, pronto deformado por los Nazis como el «Sionista Diabólico”.