El gobierno de Mauricio Macri autorizó este viernes a las distribuidoras de gas a cobrar a sus clientes cautivos un importe «extra» en 24 cuotas mensuales para compensar el impacto de la «marcada variación del tipo de cambio». Los bolsillos de los usuarios transferirán así a las compañías otros 10.000 millones de pesos.
La resolución de la ahora Secretaría de Energía encarece aún más el servicio esencial porque se suma al incremento de entre el 30 y el 35 por ciento aplicado desde el 1o de este mes que ratificó el titular del área, Javier Iguacel.
El permiso oficial para «compensar» a las distribuidoras gasíferas comenzará a aplicarse desde el 1o de enero de 2019 y extenderá hasta el primer mes de 2021, según el texto publicado en el Boletín Oficial. Pero las consideraciones son retroactivas: se cobra como porcentaje de lo consumido entre abril y septiembre pasados con valores actualizados a ese último mes.
«Dispónese, en forma transitoria y extraordinaria, que para las diferencias entre el precio del gas previsto en los contratos y el precio reconocido en las tarifas de distribución, valorizadas por el volumen de gas comprado desde el 1º de abril y hasta el 30 de setiembre de 2018, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargás) instruirá a las prestadoras del servicio de distribución al recupero del crédito a favor de los productores en línea separada en la factura de sus usuarios, en 24 cuotas a partir del 1º de enero de 2019», apunta el texto de la resolución.
La Secretaría de Energía estableció que las diferencias diarias acumuladas y actualizadas al 31 de diciembre de 2018 «a la tasa activa cartera general diversa del Banco de la Nación Argentina, serán distribuidas por las prestadoras del servicio de distribución a cada usuario proporcionalmente, tomando en consideración los volúmenes consumidos por éstos durante el período abril-septiembre de 2018».
La ley del más poderoso
El Ejecutivo menciona en la resolución que la ley 24.076 prevé que «las variaciones del precio de adquisición del gas serán trasladados a la tarifa final al usuario, de tal manera que no produzcan beneficios ni pérdidas al distribuidor ni al transportista bajo el mecanismo, en los plazos y con la periodicidad que se establezca en la correspondiente habilitación». Y que «a raíz de la marcada variación del tipo de cambio, se han acumulado diferencias diarias significativas por la compra de gas en el marco de los contratos suscriptos entre los productores y las licenciatarias de distribución».
A precio dólar y con alta rentabilidad: combo explosivo
La dolarización del gas en boca de pozo que pagan las distribuidoras, y las garantías de alta rentabilidad a las empresas de esos dos tramos concedidas por la administración Cambiemos son la base del nuevo agregado a las facturas: «Resulta necesario adoptar medidas específicas para proteger al usuario final, atenuando la incidencia del traslado a las tarifas de las diferencias diarias acumuladas por la compra de gas en el último período estacional, comprendido desde el 1º abril al 30 de setiembre de 2018», añade el texto oficial publicado este viernes. Y completa: «Para este caso particular no contemplado y en forma extraordinaria, corresponde habilitar un mecanismo de recupero de las diferencias diarias acumuladas correspondientes al período estacional antes mencionado, que contemple su recupero en un período temporal más extenso».