«Me sentí muy mal. Nosotros también queremos seguridad y policías, pero que sean policías y no asesinos», sentencio Sandro Bonnefoi, el padre de Diego, el joven cuyo asesinato originó una serie de serios disturbios, que derivaron en la muerte de otros dos jóvenes.
Anoche, alrededor de mil vecinos marcharon por el centro de Bariloche en apoyo a la Policía local, y al toparse con los efectivos apostados en la intersección de las calles Quaglia y Mitre, les dieron besos y abrazos.
La manifestación, que evidenció la marcada división de clases sociales en esta turística ciudad entre las clases acomodadas y los habitantes de los barrios surgidos a partir de la explosión demográfica, había sido convocada por mensajes de texto e Internet, y durante la misma los vecinos cantaron el himno nacional.
En la marcha, pudieron verse carteles con mensajes tales como «apoyemos a la Policía» o «Queremos seguridad», y estuvo acompañado por cánticos a favor de la policía y los efectivos de la comisaría Nº 28.
El fervor de algunos de los manifestantes también incluyó críticas al juez Lozada, a cargo de la causa por el asesinato del joven Bonnnefoi, al que muchos lo acusaron de «defender delincuentes», según da cuenta el portal de noticias www.anbariloche.com.ar.
