En la Legislatura provincial hubo fuertes cruces por una serie de proyectos que tienen media sanción de la Cámara de Diputados y están demorados en el Senado. Entre ellos, la ley provincial de educación, la de educación sexual integral (ESI) y la ley de paridad. La disputa política entre las cámaras tiene como condimento la intervención de la Iglesia Católica, que rechaza buena parte de la ley de educación y se opone de lleno a la ESI.
El diputado del Frente Social y Popular Carlos Del Frade acusó a los obispos de intentar frenar la ley de educación que aún debe ser tratada por el Senado para su sanción definitiva. El senador justicialista Rubén Pirola respondió que las acusaciones son “una irresponsabilidad”, y aclaró que los proyectos en cuestión están siendo estudiados.
La semana pasada, los arzobispos Sergio Fenoy (Santa Fe) y Eduardo Martín (Rosario, presidente de la Comisión Episcopal de Educación) y el obispo Luis Fernández (Rafaela) se reunieron con el presidente del Senado Carlos Fascendini y los senadores radicales Orfilio Marcón (General Obligado), Rodrigo Borla (San Justo) y Felipe Michlig (San Cristóbal), para plantear sus reparos a la ley de educación.
En particular, el punto que más preocupa a la Iglesia es la inclusión de la educación sexual integral dentro de la ley de educación provincial. Los obispos entregaron un comunicado con una serie de planteos sobre el proyecto. Entre ellos, critican que “hegemoniza la educación al concentrar en el Estado todas las decisiones, y no respeta la realidad de una sola educación pública con una gestión estatal y otra privada”.
También señalaron que “al afirmar que la educación es gratuita, laica, única y plural se excluye a una parte del sistema educativo provincial: la educación confesional y religiosa”. Y acotaron que el proyecto “excluye el derecho de los padres a elegir la educación para sus hijos, relegando a la familia como agente primario y natural de la educación”.
En su núcleo central, el documento de los obispos indica que el proyecto con media sanción de la Cámara de Diputados “limita la educación sexual integral a la sola perspectiva de género, por lo que plantea un reduccionismo de la persona”. Ese punto se enlaza con la campaña coordinada a nivel nacional contra la educación sexual que tiene como lema “Con mis hijos no”.
El miércoles pasado, representantes de la Iglesia Católica retomaron el lobby pero con los senadores del PJ, que tienen mayoría en la cámara. Eduardo Martín, arzobispo de Rosario, Gustavo Help, obispo de Venado Tuerto, y José Luis Ayala, delegado episcopal para la educación, se reunieron con los senadores José Baucero (San Javier), Osvaldo Sosa (Vera), Rubén Pirola (Las Colonias), Raúl Gramajo (9 de Julio), Alcides Calvo (Catellanos), Armando Traferri (San Lorenzo), Ricardo Kaufmann (Garay) y Eduardo Rosconi (Caseros).
Los senadores justicialistas recibieron las mismas demandas que sus colegas del radicalismo y acordaron “seguir escuchando todas las voces para poder hacer, entre todos, la mejor y posible ley de educación en beneficio de los alumnos de la provincia”, según indicaron en un comunicado conjunto. De la ESI, ni una palabra.
El lobby de la Iglesia no pasó desapercibido. En la sesión de este jueves, el diputado Del Frade hizo una fuerte crítica a la injerencia de la Iglesia en temas de política pública: “Los obispos no quieren discutir hasta dónde los padres pueden participar de la educación. Ellos quieren dominar la cabeza y los cuerpos, especialmente los cuerpos de las chicas, y por eso no quieren saber nada con la educación sexual integral”.
En el recinto, Del Frade habló del “increíble poder que tienen hoy tres obispos en la provincia, que quieren subordinar la propiedad de la tierra, la propiedad del cuerpo, la propiedad del cerebro de la gente a lo que ellos dispongan que debe pensarse, que debe hacerse con el cuerpo y que debe hacerse con la educación”.
Según el legislador del Frente Social y Popular, las reuniones que mantuvieron los obispos con los senadores fueron para “imponerles condiciones para que la ley provincial de educación sea cajoneada”.
La defensa de Pirola
El senador Rubén Pirola (PJ) desmintió las acusaciones de Del Frade: “El proyecto se remitió a la Comisión de Educación y estamos en la instancia de análisis, como ocurre con todos los proyectos que debatimos. Estamos conversando con referentes que tienen distintas miradas sobre la educación”.
A los senadores justicialistas la media sanción de la Cámara baja no los convence. “No es el mismo proyecto que envió el Poder Ejecutivo, que tenía aval de distintos sectores”, diferenció Pirola. “Fue modificado con otros proyectos que habían sido planteados por diputados y observamos que hay muchos aspectos que no terminan de satisfacer al conjunto de la sociedad, como sí ocurría con el proyecto original”.
Pirola negó que los obispos católicos quieran frenar la sanción de la ley y defendió el trabajo de la Cámara alta: “El Senado tiene una lógica de funcionamiento muy clara respecto de todos los proyectos. Nunca nos dejamos afectar por los planteos que se hacen; tenemos un equilibrio del que ya hemos dado muestras. Me parece bastante irresponsable que algunos diputados planteen esta situación cuando el proyecto del Ejecutivo estuvo en debate prácticamente durante dos años. Necesitamos que sea la mejor ley posible y para eso necesitamos tiempo de debate en la cámara”.
Freno a la ESI
Otro proyecto demorado en el Senado es la ley de educación sexual integral (ESI) que tiene media sanción de Cámara de Diputados desde el 14 de junio. La iniciativa establece que todos los estudiantes tienen derecho a recibir ESI en todos los establecimientos públicos y privados del territorio santafesino, de acuerdo a lo establecido por la ley nacional 26.150 sancionada en octubre de 2006.
La provincia de Santa Fe implementa desde 2008, en línea con la legislación nacional, un programa de ESI que aún no tiene fuerza de ley. Para que ello ocurra y se aplique sin distinciones en toda la provincia, el diputado socialista Julio Garibaldi –acompañado por legisladores de la UCR , Pares y el interbloque Igualdad– elaboró un proyecto que, al igual que la ley de educación, logró media sanción por unanimidad.
Consultado sobre el tema, el senador Pirola –que integra la Comisión de Educación de la Cámara alta– dijo que al interior de su bloque “no tenemos posición tomada. Es un tema que debemos debatir con mucha responsabilidad y con los tiempos que se requieren. No creo que por apresurar los tiempos vayamos a tener una mejor ley”. Pirola evitó adelantar los plazos en que se tratará el tema en el recinto.
Ley de paridad
El proyecto de ley de paridad tuvo media sanción de la Cámara de Diputados el 24 de mayo. Desde entonces, está cajoneado en el Senado, a pesar de la intensa campaña que llevan adelante, en toda la provincia, las integrantes de la Mesa por la Paridad.
La iniciativa fue aprobada por unanimidad en la Cámara de Diputados. Luego, el Senado la giró a cinco comisiones. Todavía está varada en la primera de ellas (Derechos Humanos). En paralelo, hay un proyecto similar, pero de alcance más amplio, que fue ingresado por los integrantes del bloque del PJ. Ese proyecto agrega el criterio de paridad para los colegios y las asociaciones de profesionales.
Las gestiones de la Mesa por la Paridad aun no tuvieron eco en el Senado. “Nunca se sentaron a debatir con nosotras porque el tema no les interesa”, señaló Claudia Hoyos, integrante de la Mesa por la Paridad. Para apurar el tratamiento, iniciaron una campaña por distintas localidades de la provincia con el objetivo de lograr que desde los propios territorios les exijan la ley.
Para el movimiento de mujeres, es una cuestión urgente por dos motivos: si no se vota antes de fin de año, el proyecto pierde estado parlamentario; por otro lado, la convocatoria a elecciones provinciales, por parte del gobernador, se hará en diciembre bajo la normativa vigente. Si el Senado no sanciona la ley, ningún partido estará obligado a integrar sus listas con criterios de paridad.
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