El intendente de la ciudad fueguina de Río Grande, Gustavo Melella, fue imputado este miércoles por el delito de abuso sexual simple.
La medida fue tomada por el fiscal mayor Guillermo Quadrini, a partir de la denuncia de algunas víctimas que aseguraron que el funcionario exigía favores carnales a cambio de empleos en la Municipalidad.
Los hechos se conocieron gracias a las declaraciones de un albañil, identificado como Alfredo, de 55 años, y de un carpintero llamado Damián, de 48, que reconocieron haber sido forzados a mantener algún tipo de relación íntima con el intendente para poder trabajar.
Según consignó el portal Infobae, tras volver de una licencia médica Quintana decidió abrir una investigación por los hechos en los que habría estado involucrado Melella.
El fiscal mayor del Distrito Judicial Norte imputó al jefe comunal de abuso sexual simple, aunque aclaró que esta medida es «sin perjuicio de las calificaciones que surjan en el transcurso e la investigación».
El representante del Ministerio Público Fiscal aceptó al albañil como querellante en la causa y permitió las medidas de prueba solicitadas por su abogado, Francisco Giménez.
El letrado solicitó que se haga un peritaje sobre los teléfonos de Melella y del empleado del Concejo Deliberante local Héctor Daldi, también involucrado en la trama.
Según trascendió, el intendente organizaba los encuentros sexuales a través de su celular: «Vos tenés que decirles que para que estén mejor esos dos me tienen que dar», decía en uno de sus mensajes.
«Eso me dijo, que eran cuatro, papá. ¿Y cuántos son los que me van a coger? ¿Qué edad tienen, papi, sabés?», se reproduce en otro de los textos que circularon y que serían de su autoría.