Sheila Ayala, la nena de 10 años que estaba desaparecida desde el domingo último en el partido bonaerense de San Miguel, fue encontrada asesinada este jueves por la tarde dentro de una bolsa de basura en una medianera lindera al predio en el que vive el padre.
Según confirmó ante la prensa el comisario mayor Jorge Figini, titular de la Superintendencia de Investigaciones, “el cuerpo encontrado es el de una menor y estaba dentro de una bolsa de residuos en un lugar muy pequeño donde había mucha basura”.
Además indicó que “el lugar del hallazgo es contiguo al predio usurpado en el que viven más de 50 familias, entre ellas, el padre de Sheila”.
El comisario no quiso confirmar la identidad de la menor hasta que no se realicen la autopsia y las pericias correspondientes.
Figini señaló que “hasta el momento no había detenidos y que la única hipótesis que estamos trabajando es la de una muerte violenta”.
En un principio trascendió que el cuerpo había aparecido en cercanías a la casa del hermano del padre de la niña, de nombre Martín, que minutos antes había sido llevado por la policía a la comisaría local.
Los investigadores sospechan del entorno familiar. Según trascendidos, el tío de la nena tendría al menos que ver con la desaparición de Sheila o estaría encubriendo algo.
Tras conocerse la noticia, vecinos de la niña comenzaron a arrojar piedras contra los efectivos policiales que trabajaban en el lugar por lo que la policía comenzó a reprimirlos con disparos de balas de goma para dispersarlos.
Los vecinos reaccionaron con vehemencia al confirmarse el hallazgo y cuestionaron tanto a la policía –por entender que demoró varios días en revisar el predio– como a la familia de la menor, ya que existiría responsabilidad de algún miembro de ella en el caso.
La violenta reacción vecinal derivó en la llegada de efectivos antidisturbios de la Guardia de Infantería, que tomaron posiciones para custodiar el perímetro del predio.
Más de 150 policías, de distintas reparticiones, que incluyó perros de rastreo y buzos tácticos, habían sido designados para la búsqueda de la niña dentro del predio usurpado.
También participaron de la búsqueda efectivos especializados de la Unidad Cinotécnica y de la Policía Científica, personal de la Superintendencia de Seguridad Siniestral con un móvil de rescate con embarcación y oficiales de Infantería y Caballería.
El Ministerio de Seguridad bonaerense había ofrecido este martes una recompensa de 500 mil pesos para quien pudiera aportar información sobre el paradero de la menor.
En tanto, un juzgado de familia suspendió la tenencia de los hermanos de la niña por parte de su padre, Juan Carlos, ya que sospecha que existe una disputa con la madre, llamada Yanina.
El hombre, según trascendió, había obtenido la tenencia de los niños pocas semanas atrás, lo que originó el conflicto con la madre, ya que también se le transfirieron las asignaciones familiares por los menores.
Juan Carlos habría declarado que Yanina le dijo que “algo iba a hacer”, pero no le dio importancia en su momento a esa afirmación.
Los investigadores apuntan a la madre de la menor, la que estarían fundadas en que los perros rastreadores marcaron su casa, como el último lugar donde estuvo la niña.
La nena se encontraba en la casa de su padre cuando desapareció el domingo pasado en el barrio Trujui, de esa zona del noroeste del Gran Buenos Aires.