La Cámara Penal confirmó la declaración de responsabilidad de Alan Funes en el crimen de Eugenio «Pupi» Solaro. El crimen se cometió cuando Funes el muchacho era menor de edad. Según la investigación el móvil está relacionado con el crimen de su madre, Mariela Miranda, y presumen que el tirador consideró a la víctima un entregador.
Esta causa se tramitó en el Juzgado de Menores y ahora pasará a una segunda etapa, donde después de un tratamiento tutelar se determinará si corresponde la aplicación o no de pena. También resolvieron revocar una absolución respecto de unas amenazas que luego del hecho sufrió la familia de la víctima. Esa decisión se tomó por una cuestión técnica por lo que dispusieron, respecto de este punto, que el caso se reenvíe y la jueza de Menores dicte una nueva resolución.
Era el 1º de mayo de 2016 cuando un pibe encapuchado entró a un pasillo en Ayacucho al 4600, donde estaba Pupi Solaro sentado tomando una gaseosa. A poca distancia había un quiosco con personas esperando para ser atendidas cuando se desataron los disparos. El solitario tirador le dijo: “Esto es por culpa de tu hermano que mató a mi mamá” y abrió fuego. Pupi murió a causa de los plomos mientras que otras dos personas fueron heridas, entre ellas un niño de 11 años cuya familia no quiso avanzar en la investigación penal.
El primero en caer por el hecho fue Ulises Funes –quien sería asesinado en enero de 2018 en Garay al 1400– aunque fue desvinculado rápidamente. Entonces los investigadores apuntaron contra Alan, por aquella época menor de edad. Lo imputaron y un testigo lo identificó en dos de sus declaraciones aunque luego se desdijo, el resto de los testigos tampoco dio referencias de la identidad del tirador y la familia del niño baleado no quiso instar la acción penal.
La jueza de Menores Nº 4, María Dolores Aguirre Guarrochena, evaluó el caso de una manera integral, en cuanto al contexto de violencia en la que se produjeron una serie de hechos en zona sur en ese tiempo y dictó la responsabilidad de Alan en el hecho. También lo absolvió por el delito de amenazas calificadas contra la familia de la víctima, un hecho que se produjo después del crimen. En este caso lo hizo al entender que la Fiscalía no realizó conclusiones respecto de este expediente que se agregó a la causa principal, es decir a la investigación por homicidio.
La defensa de Alan apeló la declaración de responsabilidad mientras que la Fiscalía hizo lo propio sobre la absolución en las amenazas. La revisión quedó en manos de los camaristas Javier Beltramone, Georgina Depetris y Carina Lurati, quienes decidieron confirmar la declaración de autoría respecto del crimen de Solaro. Explicaron que la jueza de primera instancia hizo una correcta valoración integral de la prueba, describiendo un contexto de violencia que a la fecha de los hechos era público y notorio, dice el fallo.
Resaltaron los jueces que no se produce en un contexto aislado sino devenido entre otros casos violentos de homicidio, entre los que citan el de su madre Mariela Miranda un tiempo antes y el de sus hermanos Ulises y Jonatan Funes en los primeros meses este año. Citaron la declaración de Ulises en su momento, quien reseñó un contexto de violencia, venta de drogas, usurpaciones y homicidios. También contabilizaron más de 20 muertes de familiares y conocidos de los grupos enfrentados en escaso tiempo.
Los vocales rescataron el testimonio de un testigo que las primeras veces declaró una multiplicidad de datos, circunstancias de tiempo, modo y lugar y detalles específicos, pero luego afirmó lo contrario y con vaguedades, y el temor que se visibilizó por parte de los testigos durante la investigación. Con este criterio confirmaron la decisión de la jueza respecto del crimen, aunque revocaron su decisión en cuanto a una absolución en una causa posterior por amenazas calificadas, donde se lo acusó de amedrentar a la familia Solaro. En este caso, por una cuestión técnica los jueces resolvieron reenviar el expediente a la jueza de Menores para que emita una nueva opinión.
