Otro caso de maltrato animal conmueve a la comunidad de la localidad de Fray Luis Beltrán. Un vecino de barrio 3 de Febrero fue denunciado en la Comisaría 4ª de la Unidad Regional XVII y en el Centro Territorial de Denuncias, luego de haber llevado a su perro encadenado al paragolpes trasero de su camioneta.
Un veterinario que atiende en la esquina beltranense de Artigas y Facundo Quiroga observó la situación, abordó su vehículo particular y a pocas cuadras le interrumpió la circulación al conductor de la camioneta, reclamándole que desate al pobre animal.
«El conductor bajó de la chata muy nervioso, con un palo en la mano, amenazándolo al veterinario y a los otros vecinos que lo venían siguiendo, pidiéndole que frene y suelte al perrito”, apuntó Marcela Zerbatto, integrante de la asociación civil Proteccionismo Independiente de Fray Luis Beltrán.
En las fotos publicadas por vecinos que se viralizaron rápidamente a través de las redes sociales, quedó registrado el momento en que la esposa del conductor intentaba desenganchar a la mascota de la camioneta. «Cuando se bajó de la chata, el hombre discutió con el veterinario y con los vecinos. Aseguró que alguien le había atado el perro al paragolpes trasero y que no se había dado cuenta», añadió Zerbatto.
La mujer que acompañaba al conductor logró desatar la cadena del perrito y lo subió a la caja de la camioneta, para proseguir rumbo. «Tenía lastimaduras en las patas. Cuando logramos identificar al vecino y conocer su domicilio, el propio veterinario que intervino se acercó a la casa para hacerle las curaciones al perro», completó la proteccionista.
No se trata del primer caso de maltrato animal que adquirió conocimiento público en Fray Luis Beltrán. En julio de este año, un vecino de Mitre al 900 fue escrachado por 300 vecinos en la puerta de su propia casa, luego de que se difundiera un video en el que se lo mostraba ahorcando a un perro mestizo con una soga atada a un árbol.
Al día siguiente, efectivos policiales recibieron la orden del fiscal Juan Carlos Ledesma para desarrollar un operativo de rescate de las seis mascotas que estaban en la propiedad de Darío M.: cinco perros y un gato que permanecieron bajo guardia transitoria y luego dados en adopción.
Como se trató de un delito excarcelable, Darío M. permaneció una noche demorado en la Comisaría 4ª y luego recuperó la libertad.
