La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respondió a una pregunta de periodistas cordobeses que la atajaron a la salida de un local de comidas con palabras poco pacificadoras: argumentó que la Argentina «es un país libre» y que, por eso, «el que quiere estar armado que ande armado«. Le habían pedido opinión sobre el caso Chocobar, por el policía en juicio bajo acusación de matar por la espalda a un hombre cuando escapaba tras cometer un delito.
«Eso es un tema de las personas. El que quiere estar armado que ande armado y el que no quiere estar armado que no ande armado. Argentina es un país libre. Nosotros preferimos que la gente no esté armada», contestó la funcionaria en localidad cordobesa de Río Cuarto.
Un periodista le había preguntado, otra vez, por el policía al que la misma Bullrich y el propio presidente Mauricio Macri recibieron y felicitaron por una acción que está siendo juzgada: el asesinato por la espalda de Pablo Kukoc, segundos después de que el joven de 18 años intentara robar y, en ese acto, apuñalara a un turista estadounidense en el barrio porteño de La Boca. Ocurrió en diciembre pasado.
El mandatario y su ministra avanzaron sobre la Justicia al manifestar públicamente que el uniformado, Luis Chocobar, había actuado en estricto cumplimiento de su deber, pese a que le disparó cuatro veces al ladrón cuando ya estaba huyendo y no representaba –en ese instante– peligro para el uniformado o su víctima, a la que ya había herido.
A principios de la semana pasada, la Corte Suprema de Justicia desestimó por unanimidad un recurso de queja presentado por la defensa del policía.
En marzo último, la Cámara Nacional de Casación había dejado firme el procesamiento por el delito de homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber.
Los jueces de la Sala IV de la Cámara del Crimen consideraron que el policía de Avellaneda actuó correctamente en el inicio de los hechos, pero ratificaron sus dudas respecto al desenlace. Por eso cambiaron la calificación legal a «homicidio agravado por uso de arma de fuego en exceso en el cumplimiento de un deber» del original «exceso en legítima defensa». En cualquiera de los dos casos, la pena va de 1 a 5 años de prisión.
Después de la cena
La decisión de la Corte activó el tema y este jueves Bullrich, consultada por eso, opinó que era “un tema formal” y confió en que la decisión final de la Justicia –el caso Chocobar pasa a juicio oral– estará finalmente del lado de “la razón y la lógica”.
Insistió además, en lo que define como “el nuevo paradigma” de la política de seguridad: “No esté basada en los derechos humanos para los victimarios, sino para las víctimas”.
«La razón y la lógica de que el policía Chocobar actuó en defensa de la gente va a ser bien importante. Fue así de claro… ¿Le vamos a dar perpetua a quien defendió a un ciudadano?», abundó Bullrich al salir de un restorán de Río Cuarto y a metros de varios jóvenes que, al reconocerla, se acercaron para recriminarle su trayectoria en el Ministerio.
De ahí, ante la repregunta sobre si lo anterior avalaba la «Justicia por mano propia», la funcionaria lanzó «el que quiere estar armado, que ande armado». Intentó, enseguida, licuar el impacto: “Preferimos que la gente no esté armada”, dijo como vocera del gobierno de Cambiemos.
