La campaña que hizo este domingo un grupo de voluntarios ambientalistas denominada “Un día. Más Río. Menos Basura”, quienes limpiaron residuos, repartieron bolsas de basura en las guarderías náuticas y concientizaron a vecinos que disfrutan del río Paraná, puso al descubierto la preocupante situación que se vive. “Fue duro. Retiramos más de una tonelada de basura y una parte todavía se está procesando. Lo que más encontramos fue plástico”, dijo a El Ciudadano Clara Mitchell, una de las organizadoras.
La iniciativa tuvo cinco puntos de encuentro y trabajo: el Monumento a los Héroes Caídos en Malvinas (Belgrano y Santa Fe); la puerta del Acuario del Río Paraná (Cordiviola y el Río); la puerta del Club Bancario Rosario (Colombres 1610); el Bar “De los mellis” (Carrasco y Bajada Gallo) y la Reserva Natural Granadero Baigorria (Yapeyú 1650, Baigorria). Después de concientizar y recolectar se reunieron en el acuario. Además, hubo una actividad similar en la playa municipal del barrio Stella Maris de Villa Constitución.
La convocatoria reunió a 135 voluntarios. “Se encontraron productos vencidos, sillones, un colchón, reposeras, una gran cantidad de neumáticos y telgopor, botellas de plástico y latas de cerveza de Brasil que no se comercializan en nuestro país. El año pasado se encontraron cerca de 30 sorvetes y este año casi 300”, describió Mitchell.
En esta tercera edición se capacitaron a unas 3.600 personas sobre la problemática. Y los voluntarios que participaron llevaron propuestas para seguir concientizando.
La ambientalista explicó que si bien el plástico salva vidas, es un producto que se usa como máximo un día y perdura durante 500 años. “Reclamamos una ley de responsabilidad extendida del productor, que hace tiempo se presentó en la Cámara de Diputados y lamentablemente perdió estado parlamentario”, se lamentó Mitchell.
A modo de ejemplo, explicó que con los residuos extraídos del río se llenaron «cinco contenedores de los grandes (como los que hay en la calle)» y uno sólo contenía botellas de plástico. “El plástico no conserva su tamaño, erosiona y se convierte en un microplástico, que según estudios, ya entró en la cadena alimenticia y hasta en la materia fecal humana”, explicó la referente.
Las marcas que más encontraron los ambientalistas fueron: Coca Cola, Pritty y Arcor. “El objetivo es enfocarse en reducir el consumo”, aseguró Mitchell.
Y concluyó: “La actividad fue un éxito. Fueron muchos los que se comprometieron con la causa. Este año incorporamos las capacitaciones abiertas y la idea es que continuemos durante todo el año”.
En las dos primeras ediciones –2016 y 2017– unos 200 voluntarios recuperaron tres mil kilos de las costas para su tratamiento y disposición final. El 70 por ciento eran botellas de Coca Cola y Pritty, y envases de Arcor, PepsiCo y Danone.
La actividad fue organizada por el Acuario, el Servicio Solidario de la Ucel, el Taller Ecologista, STS Rosario, Greenpeace, el Paraná no se Toca, la Reserva Isla del Sol de Villa Constitución, Croa y SOS Life.
https://youtu.be/ETp6aKSp3rA