La UCR decidió este martes no enviar representantes a la reunión de Gabinete que encabezó el presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada, como muestra del “malestar y enojo” por la pérdida de un lugar clave en el Consejo de la Magistratura. La decisión resultó el segundo desencuentro importante dentro de la alianza de gobierno, luego de que en el último recambio ministerial, los radicales se retiraran con las manos vacías tras buscar la designación de dos de sus hombres en carteras clave del gobierno.
Los jefes de los bloques de la UCR en Diputados, Mario Negri, y en el Senado, Luis Naidenoff, pegaron el faltazo al encuentro en momentos en que apuntan sus dardos hacia el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, a quien responsabilizan por haber perdido una silla en el organismo encargado de evaluar la conducta de los jueces.
Al mismo tiempo, el ex diputado Ricardo Alfonsín celebró que la conducción de la UCR haya “expresado su postura” y se “defienda” ante el gobierno por la pérdida de una silla en el Consejo de la Magistratura.
El dirigente, que mantiene una postura crítica sobre el rol de la UCR en la alianza Cambiemos, destacó el último comunicado de las autoridades del Comité Nacional y agregó: “Ojalá de aquí en más se defiendan, como en este caso, las demás ideas radicales. Si hubiera sido así desde el principio, las cosas estarían mejor”.
Con la sangre en el ojo
El diputado cordobés quedó con la sangre en el ojo luego de enterarse de que el asiento que supuestamente estaba reservado para él, se lo había arrebatado el peronismo, y culpó a Frigerio por sus malos oficios en la “rosca” con el PJ.
“La bronca no es con Monzó, es con Frigerio”, aclararon a NA fuentes del interbloque oficialista.
En el radicalismo esgrimen que el ministro podría haber condicionado algunas concesiones al PJ –que se otorgaron en el marco de la negociación del presupuesto y el paquete fiscal– a un acuerdo para que los dos lugares por la mayoría en el Consejo de la Magistratura quedaran para Cambiemos.
Reunión en confianza
Sin disimular su enfado, Negri pegó el faltazo a la reunión de Gabinete en Casa de Gobierno y en su lugar reunió en su despacho a otros cinco diputados radicales de su confianza, para procesar la bronca y decidir si escalar la tensión con el PRO o, por el contrario, bajarle el tono a la polémica.
Los reproches y pases de factura al gobierno desbordaron con este capítulo sobre el Consejo de la Magistratura, plasmándose en un duro comunicado que advirtió sobre la “impericia” y la “mala praxis” del oficialismo.
Madura el disconformismo
El radicalismo ya venía filtrando su disgusto por el escaso protagonismo en la mesa de decisiones del gobierno, e incluso intentó marcarle la cancha al gobierno con un proyecto de ley –incómodo para la Casa Rosada– que proponía que los jueces comiencen a pagar el impuesto a las Ganancias.
En medio de la creciente tensión, Negri difundió un duro comunicado en el que advirtió que es “una ironía para los argentinos” que algunos sectores “puedan creer que ser conducidos por el kirchnerismo ayudará a mejorar la Justicia con más transparencia”.
El descargo del PRO
La respuesta del PRO llegó de parte del diputado Pablo Tonelli, ratificado en el Consejo de la Magistratura por el oficialismo, quien lamentó que “las críticas a la alianza” Cambiemos se hagan de manera pública.
“Hubiera preferido que las críticas a la alianza se hubieran hecho hacia el interior de la alianza”, dijo Tonelli al ser consultado sobre las acusaciones de la UCR y, al respecto, señaló que no veía “cuál hubiera sido la manera de impedir la decisión en la Cámara de Diputados”, ya que “no se puede desconocer voluntad mayoritaria”.
“Es un tema que se resolvió en la Camara de Diputados, no entiendo si hay impericia en el gobierno. La mayoría en el Consejo de la Magistratura la seguimos teniendo, ahora un poco más holgada”, señaló en declaraciones radiales.
Sobre este punto, Alfonsín dijo que el diputado Tonelli “se equivoca” al pedirle a los radicales que las críticas a la alianza Cambiemos no se hagan de manera pública. “Gobernar es una relación entre representantes y representados, no sólo entre políticos. Los electores tienen derecho a saber que posiciones tienen los elegidos, y éstos, la obligación de hacerlas conocer. La cosa pública, es eso: pública”, apuntó. “Enhorabuena la UCR expresa su postura. He dicho que no me importan los cargos, pero este tiene especial significación institucional”, finalizó Alfonsín.