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Tres varones y un crucifijo

Los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata quedaron en la mira por la sentencia en la que negaron el abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez

La foto recorrió las redes sociales. Los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas, del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata quedaron en la mira por la sentencia en la que negaron el abuso sexual y femicidio de Lucía Pérez. Son los mismos jueces que en 2017 absolvieron a la maestra de música Analía Schwartz por los delitos abuso y corrupción de casi 50 menores en el colegio religioso San Antonio María Gianelli, en un fallo plagado de irregularidades que fue declarado nulo por la Cámara de Casación Penal y la Corte Suprema de Justicia de la provincia de Buenos Aires.

La investigación arrancó en septiembre de 2013 a partir de la denuncia de un grupo de padres y madres del Instituto religioso por abusos sexuales contra 24 nenes y nenas del colegio. Los chicas y chicas contaron que en la clase de música hacían un juego en el que se ponían en ronda y la señorita les pedía que se bajaran los pantalones y los tocaba.

La maestra fue suspendida del cargo. Con la difusión de la noticia se sumaron más denuncias -también se sumaron casos en otro jardín donde trabajó la docente- y se abrió una investigación sobre complicidad de las autoridades del instituto Gianelli.

En 2017 la causa llegó a juicio por nueve casos de abuso sexual contra chicos y chicas de 4 y 5 años y hechos de corrupción de menores que involucraron cerca de 50 víctimas (niños y niñas que vieron cómo tocaban a sus compañeros).

A partir de las declaraciones en Cámara Gesell de más de 60 alumnos de entre 4 y 6 años y los informes de peritos oficiales y peritos de parte, el fiscal Fernando Castro pidió una pena de 24 años de prisión y la querella de 28. “Los menores en Cámara Gesell contaron lo que les pasó y los psicólogos y psiquiatras dijeron que no eran mendaces ni introducidas por terceros, que eran espontáneas y naturales, vivencias que por las edades los chicos sólo pueden narrar si las viven”, explicó a Cosecha Roja el fiscal Castro.

Los jueces Urso, Carnevale y Viñas descalificaron las declaraciones en Cámara Gesell y el trabajo de los peritos y absolvieron a la docente. “Si tenemos en cuenta los exiguos 30 minutos de duración de la clase de música, reducida a solo 20 por la concurrencia de los niños al baño (más el traslado desde el aula hasta la sala de música y viceversa, incluido el tiempo que insume ordenarlos y organizarlos), veremos que este es uno de los puntos medulares que determinan que los hechos jamás han podido ocurrir y prueba de ello es que los acusadores mucho no han querido ahondar en ello y solo han hecho referencia en forma superficial o tangencial”, plantearon los jueces en la sentencia.

El licenciado en psicología Jorge Garaventa fue uno de los peritos de parte de la querella en el juicio. En su cuenta de Facebook contó ayer que durante el debate el tribunal los “hostigó, ninguneó y descalificó”. “En el juicio se dijeron cosas tales como que mi declaración era ‘una garaventeada’, en tono descalificativo”, dijo.

La querella apeló la decisión del Tribunal. La Cámara de Casación Penal de la provincia dijo que los jueces no valoraron correctamente la pena y criticaron la parcialidad. Declararon nulo el fallo y ordenaron que se realice un nuevo juicio “y se asegure la imparcialidad de los jueces”. El caso llegó a la Corte Suprema de Justicia de la provincia, que confirmó el fallo de Casación. Ahora se espera una resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación ante un recurso de queja presentado por la defensa de la docente.

Si la Corte nacional confirma el fallo el año que viene podría comenzar un nuevo juicio contra la docente. Esta vez con un nuevo tribunal, sin los jueces que descalificaron las declaraciones de los chicos y chicas y los informes de psicólogos y psiquiatras.

Nota del portal Cosecharoja.org

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