Virginia Gómez tiene 27 años y juega al fútbol desde que tiene memoria. La rosarina tuvo pasos por la selección Argentina Sub 17 y Sub 20. También estuvo presente en la última convocatoria del seleccionado mayor para participar de los partidos del repechaje al Mundial de Francia 2019. Y fue la autora de uno de los goles que Central convirtió en el Gigante el viernes pasado. En una noche “inolvidable” para todas.
Hace una semana las jugadoras del primer equipo de Central cumplieron un sueño. A pesar de que hace muchos años que se practica en el club, y que en los últimos dos, desde el regreso del torneo a nivel local tras una iniciativa de la Rosarina que escuchó los reclamos de los clubes, Central siempre fue protagonista, recién hace una semana que las chicas jugaron por primera vez en el Gigante de Arroyito.
Y fue una noche redonda. No sólo por esa primera experiencia. También por el apoyo de las familias y los amigos, que siempre están presente cada vez que el primer equipo juega en Cosecha, sino también de los hinchas canallas que se acercaron para ver, a lo mejor por primera vez, a su primer equipo femenino.
El gran presente de Central en el torneo local, en el que ya consiguió tres campeonatos de forma consecutiva, se vio reflejado esa noche. Ante un rival de mayor talla, como Estudiantes, las dirigidas por Rosana Gómez demostraron que están para más.
El Pincha participa del torneo de la Primera A de AFA. Aunque sus jugadoras también lo hacen de forma amateur. Por amor a la camiseta y pasión por el deporte. Hace unos meses la mánager del Pincha, Bettina Stagñares, anunció que el club de La Plata les iba a otorgar a sus jugadoras la obra social. Stagñares, ex jugadora y entrenadora, le contó a El Hincha que Estudiantes hace desde 1997 que tiene el equipo de fútbol femenino, y que gracias al apoyo de la comisión directiva de estos últimos años pudo conseguir mayores beneficios para las jugadoras. Así como también crear la “Escuelita” y el Sub 17.
Y en el partido preliminar de la Fecha 13 de la Superliga, las Canallas terminaron ganando 3 a 0, con goles de Maira Sánchez, Érica Lonigro (goleadora del torneo Clausura local), y un golazo de Virginia Gómez desde afuera del área.
“La verdad es que una sensación enorme, ya con solo pisar el Gigante el otro día cuando entrenamos fue una hermosa sensación y con nuestra gente alentando fue precioso”, le dijo a El Hincha la capitana del equipo canalla.
Sobre cómo se prepararon para jugar en el estadio al que siempre van de hinchas, Gómez confesó que no estaba nerviosa, “pero sí ansiosa”.
“Algunas chicas estaban nerviosas, yo no, yo sólo quería que llegue el momento de jugar”, confió.
“Aunque los nervios aparecieron al principio, después pasó rápido, nos acomodamos en la cancha, jugamos bien, manejamos bien esos nervios”, explicó.
Sobre la diferencia de categorías entre Central y Estudiantes, la capitana comentó que vieron algunos partidos del Pincha, pero que de todas formas, no sabían con qué se iban a encontrar, porque el Canalla sólo juega en Rosario.
“Estuvo bueno enfrentarnos a un equipo de allá para ver como estábamos. Fue una prueba. La verdad es que vemos que estamos muy bien, que tenemos que mejorar muchos errores, nunca vamos a dejar de mejorar. Hoy nos salió un buen partido, todas salieron, todas pusieron y se ganó bien”, reflexionó sobre el triunfo.
En la previa del partido, las capitanas de los dos equipos escribieron en una pelota una frase especial. Esa que le decían cuando querían jugar a la pelota. Virginia escribió: “Nena deja de joder y anda a estudiar”. Hoy cuenta que no le dijeron más nada y que la aceptación es mayor, aunque también reconoce que sigue pasando.
Virginia, cómo la gran mayoría de las mujeres que juegan al fútbol, más allá de que lo hagan en los primeros equipos de grandes clubes, no vive de eso, pero sí le dedica todo su tiempo. Gómez perdió su trabajo hace unos meses y ahora se dedica a “hacer changas”. Y la pelota se mezcla con la búsqueda laboral.
Y mientras juega, gambetea, mete goles y ordena a sus compañeras adentro de la cancha, sueña: “quiero que esto siga creciendo, con Central jugando en AFA y para llevar al club a lo más alto, como tiene que ser”. Pero ese sueño no sólo involucra al equipo de sus amores, también a todas las mujeres que quieren jugar y nombra a sus sobrinas, sus hermanas y sus futuras hijas. “Que siga creciendo el futbol femenino”, cerró Gómez a modo de deseo personal y colectivo.
