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Crearán protocolo contra la violencia de género hacia mujeres periodistas

Es una de las primeras acciones de la Mesa Tripartita de Prensa, conformada por el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren), el Ministerio de Trabajo de la Provincia y representantes de distintos medios de comunicación de Córdoba

Por Consuelo Cabral – La Nueva Mañana

La imagen de Thelma Fardin abrazada por sus compañeras actrices mientras denunciaba que Juan Dhartés la violó cuando tenía 16 años, marcó un antes y un después en la historia de la lucha organizada por los derechos de las mujeres en Argentina.  Las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo prestaron su estrategia de lucha: organizada, colectiva, poderosa. La conferencia de prensa anunciada previamente, fue muestra de ello. Del blanco al verde, pasaron casi cinco décadas. Casi 50 años donde aprendimos de ellas.

Así fue como el “Efecto Thelma” le puso fin al silencio, al pacto entre machos, y abrió a miles de mujeres y hombres la posibilidad de hablar y acusar a sus victimarios. Las redes sociales también jugaron un rol fundamental y facilitaron la inmediatez de un grito urgente, acallado durante años y generaciones, y ahora vuelto causa colectiva. La sentencia del juicio por el femicidio (no femicidio, según la Justicia) de Lucía Pérez aceleró la ola de “justicia social”. La misoginia de los jueces de Mar del Plata, acusando prácticamente a la adolescente de 16 años de su propia muerte y absolviendo a Matías Farías, Pablo Offidani y Alejandro Maciel por abuso sexual y femicidio, activó las redes sororas y desató un estallido que tiño de verde América Latina.

El acoso del chaqueño Palavecino a Ivana Freitag

En Córdoba, una semana antes que Thelma hablara, la periodista Ivana Freitag, de Canal 10, sufrió al aire la violencia misógina -disfrazada de humor- del Chaqueño Palavecino. El caso de Ivana fue apenas una muestra del acoso, que amparados en el poder y en la complicidad del sistema patriarcal, cometen de forma sistemática e impune distintos hombres sobre periodistas mujeres, especialmente en el verano, durante la cobertura de la temporada.

Ese fue uno de los motivos que impulsó la creación urgente de un protocolo contra la violencia de género hacia las comunicadoras en Córdoba y que se propuso llevar adelante como primera acción la Mesa Tripartita de Prensa, conformada este año por el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación de Córdoba (Cispren), el Ministerio de Trabajo de la Provincia y representantes de distintos medios de comunicación de Córdoba y que busca debatir proyectos de leyes para proteger el oficio, vinculados con la distribución de la pauta publicitaria y el ejercicio del oficio, entre otros.

La Nueva Mañana habló con Mariana Mandakovic (secretaria general del Cispren) y con Mónica Reviglio (secretaría de Género e Igualdad del gremio de prensa) sobre la creación del Protocolo para la prevención, atención, acompañamiento, orientación y seguimiento de casos de violencia de género contra periodistas. En la reunión de la Mesa Tripartita de la semana pasada, las dos comunicadoras dieron su visión sobre el momento coyuntural que vive el movimiento por los derechos de las mujeres, y su impacto en la defensa de las condiciones laborales.

En ese sentido, Mandakovic destaca que el abuso ejercido por el Chaqueño Palavecino contra Freitag fue uno de los disparadores para pensar el Protocolo en la Mesa Tripartita: “Estos casos de violencia de género, como lo que le pasó a la compañera de los SRT, nos demuestran que no estamos preparadas para saber cómo actuar ante situaciones tan desagradables y violentas. Para ello es necesario crear mecanismos que le garanticen a las compañeras, ante un caso de violencia, poder suspender el móvil o no sacar la nota adelante, sin que esto sea sancionado o tenga consecuencia para su trabajo”.

Además, la secretaria general del Cispren destacó que desde el gremio de prensa también consideran que quienes han sufrido este tipo de agresión no deben ser revictimizadas por los propios colegas a través de la sobreexposición de sus casos, sino por el contrario, contar con herramientas que visibilicen el actuar violento de los agresores y no a la inversa. “Ahora comienzan los festivales y es necesario evitar situaciones similiares, no solo de parte de los invitados, sino adentro de los mismos medios donde también se dan abusos y malos tratos permanentes con las compañeras”, agrega.

Por su parte, Reviglio explica que una de las tareas previas al Protocolo será la realización de un relevamiento sobre cuáles son los problemas que tenemos las mujeres en los medios de comunicación.

La violencia también es simbólica

“Vamos a enmarcar todas las tareas que hacemos las periodistas dentro de la ley 26.485, que establece cuáles son los tipos de violencia que sufrimos las mujeres. Porque las comunicadoras no solo sufrimos violencia sexual, económica y laboral, sino también simbólica. Un ejemplo claro, es cuando se pone a la mujer como un elemento decorativo o se la cosifica. O incluso, cuando se la invita para hablar de género pero no para debatir política, economía o cualquier otro campo de la realidad social”, destaca.

Faltamos en los medios y cuando estamos, estamos violentadas. Por eso vamos a garantizar que haya una oficina donde cada víctima sea recibida, contenida y acompañada”, concluye la secretaria de Género del Cispren.

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