Un joven de 21 años quedó detenido este miércoles tras ser imputado como uno de los autores de dos homicidios y de dejar a otros dos adolescentes heridos de bala en ataques que se registraron el año pasado en Villa Flammarion. Para los investigadores, el acusado pertenece a la banda de Los Gorditos, cuyos integrantes tienen su base en esa zona y disputan con otras bandas -desde 2015 a fuerza de plomo y usurpaciones- el liderazgo del territorio para la venta de drogas.
De acuerdo con voceros judiciales, este miércoles a las 9 el magistrado Ismael Manfrín aceptó la acusación del fiscal Adrián Spelta -en reemplazo de su par Marisol Fabbro- contra Elías P., de 21 años. El joven fue sindicado como coautor del crimen ocurrido el 9 de mayo pasado donde falleció producto de múltiples disparos Gabriel López, de 21 años, y quedó gravemente herido Franco M., de 14, con un tiro en el abdomen.
Spelta sindicó a Elías como quien apareció en moto ese día junto a otro muchacho, no identificado. La dupla estacionó a la par de un grupo de personas que estaba reunida en la esquina Margis al 5000A. Eran alrededor de las 19 cuando el conductor del rodado señaló a la víctima y el acompañante abrió fuego. Gabriel recibió múltiples impactos, fue trasladado por familiares hasta el hospital Roque Sáenz Peña, donde falleció a los pocos minutos. Por su parte, otro de los proyectiles hizo blanco en el abdomen de Franco M., de 14, quien quedó internado en grave estado.
En tanto, Spelta también señaló a Elías como uno de los autores del asesinato de Pablo Ezequiel Núñez, de 20 años, ocurrido pasadas las 22 del 26 de septiembre pasado en la esquina de Gutiérrez al 1800, a unas tres cuadras de donde fue el homicidio de Gabriel López.
Esa noche, el grupo de amigos tomaba una gaseosa cuando una moto tipo enduro con dos muchachos, uno de ellos Elías, apareció desde el sur. Los jóvenes adivinaron las intenciones y se disiparon. Eze, como le decían a Núñez, buscó refugio en una despensa que está enfrente y fue un trampa mortal. El verdugo se bajó de la moto con un arma en la mano y le ordenó salir. “Vení para acá”, dijo. “Yo no tengo nada que ver”, respondió Eze, antes de recibir un tiro que le atravesó el pecho, ante la mirada de la mujer que atendía el comercio junto con su nena de 11 años. Antes de emprender la fuga los homicidas “le reventaron” el tobillo de un balazo a Jesús L., un chico de 17 años que recibió el alta. Eze murió en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), previo paso por el Roque Sáenz Peña.
Por este caso, el juez Manfrín imputó a Elías P. por el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego con portación ilegal de arma de fuego de uso de guerra en concurso real y por las lesiones graves que le ocasionó al adolescente.
Además, el magistrado dictó para el joven representado por la defensora del Servicio Público de la Defensa, Daniela Asinari, la prisión preventiva por el plazo de ley.
Los Gorditos
El día del asesinato de Eze Núñez, los vecinos se animaron a hablar, aunque las fuentes no especificaron si el imputado llevaba el apodo de Tano. “Es la banda de Los Gorditos, vamos a ponerle nombre. Aprietan a pibes para que les vendan droga por la zona y si se niegan pasa lo que pasó. Que quede claro, esto no fue un ajuste de cuentas. A Eze lo mató el Tano porque lo habían ido a buscar para que venda droga y no quiso”, aseguró un grupo de chicos. “El que está detrás de todo es un tal Brandon, que da órdenes desde el penal de Piñero”, arriesgó un pibe del barrio.
La banda de Los Gorditos ya sufrió dos golpes tanto de la Justicia provincial como del fuero federal, pero para sus vecinos sus integrantes continúan activos.
El primero fue en septiembre de 2016 donde apresaron a varios integrantes por vender drogas. A su vez, el octubre del año pasado fue apresado Brandon P., de 19 años y considerado uno de los líderes, junto a su madre y tres personas más. La jueza Mónica Lamperti aceptó la acusación del fiscal de Investigación y Juicio Nicolás Foppiani, quien acusó a la banda por conformar una asociación ilícita dedicaba a cometer delitos que van desde intentos de usurpación hasta tres tentativas de homicidio y quedaron detenidos en prisión preventiva.
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