El escándalo por el espionaje del Leeds puso al técnico argentino Marcelo Bielsa en la tapa de los diarios británicos, que lo compararon con el personaje Austin Powers y lo tildaron de «Spymaster».
Hace unos días se descubrió que Bielsa le ordenó a un asistente de su equipo, el Leeds United, espiar una práctica de su rival de turno, Derby County. El asistente concurrió a hacer la tarea, pero tuvo un imprevisto. El entrenador rival Frank Lampard, al notar la presencia de un individuo sospechoso en las instalaciones del club, decidió parar la práctica y llamar a la policía del condado de Derbyshire, que ante el llamado acudió al centro de entrenamiento y detuvo al presunto espía, a quien se le incautaron las pruebas del delito: un par de prismáticos, unas tenazas y una muda de ropa.
Una vez que se supo la noticia, Bielsa recibió muchas críticas del ambiente del fútbol en Inglaterra. Y por eso, decidió brindar ayer una conferencia de prensa. Al principio, se especulaba con una posible renuncia. Pero el Loco no se marchó, sino que no se arrepintió y confesó el delito. Además, desligó de responsabilidades a su asistente/espía.
“Mi comportamiento ha sido debatido y muchos han opinado y condenado mis actos diciendo que son inmorales y que violaron el fair play y que es hacer trampa”, expresó el rosarino en una rueda de prensa que se realizó online.
La razón por la cual Bielsa decidió salir a aclarar las cosas es consecuencia directa de la queja del Derby County (club espiado) y el inicio de una investigación por parte de la Liga de Inglaterra para comprobar si el argentino se “comportó mal”.