Vanina Correa es arquera de la selección argentina de fútbol femenino y dentro de muy poco defenderá el arco de Central. En una entrevista al programa radial Última Jugada (LT3) analizó el presente de una disciplina que lleva años de lucha.
La «1» que viste la camiseta albiceleste desde el año 2003 en el Campeonato Sudamericano y que participó del último Mundial al que clasificó Argentina en China 2007, se refirió a la denuncia que Macarena Sánchez realizó contra el club UAI Urquiza por despedirla en medio del torneo de AFA, y a la profesionalización del fútbol femenino.
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“Que te dejen afuera del equipo a mitad de torneo, sin poder jugar porque no la pueden fichar para ninguna otra institución no está bueno. No sólo el club sino también el cuerpo técnico que es quién lo decidió”, dijo Correa sobre el reclamo de la delantera santafesina que describió como “terrible”.
Con respecto a la profesionalización del fútbol femenino, la rosarina afirmó que en Argentina lo ve “muy lejano”.
“Nosotras tenemos una larga lucha con respecto a eso, sabemos que nos va a llevar años, la lucha es constante, el fútbol femenino tiene que ser profesional, necesitamos el apoyo pero la verdad es que faltan años de preparación para lo que son dirigentes y para los cuerpos técnicos”, explicó.
—Argentina vuelve a jugar un Mundial después de muchos años de ausencia, ¿cómo viviste la clasificación a Francia?
—Nos costó un poquito, sabíamos que iba a ser difícil clasificar. Se nos complicó la clasificación directa en la Copa América y quedamos terceras, después tuvimos la suerte de ganar el repechaje ante Panamá y ahí arrancar el camino más difícil que es llegar en condiciones al Mundial.
—¿Y al grupo que le tocó a Argentina como lo analizás?
—Es muy difícil porque lo tenemos a Japón, Inglaterra y Escocia. Debutamos con el más difícil, que es Japón, el último campeón del mundo. Al que no conocemos tanto es a Escocia. También sabemos lo que podemos dar nosotras. La idea nuestra, por empezar, es pasar la fase de grupos, después iremos viendo cómo se van dando los partidos, pero sabemos que es difícil. Aunque creo que estamos bien para pasar la fase de grupos. Sé que es difícil porque tenemos rivales complicados pero nosotras somos de pelearla y no bajamos los brazos tan fácilmente.
—¿Ves un crecimiento en el funcionamiento del equipo?
—Va cambiando de a poco, nosotras llevamos un proceso lento a diferencia de otros países. En cuanto a preparación individual estamos bien entrenadas, hay chicas que están jugando en el exterior o mismo en el torneo de Buenos Aires y la preparación está. Lo que nosotras no tenemos es preparación de grupo. Nos conocemos, hemos compartido pero necesitamos acomodarnos adentro de la cancha, tener más partidos. Por suerte ahora la AFA entendió un poquito eso y en la próxima fecha Fifa nos da el Cuatro Naciones para que podamos jugar juntas.
—¿Qué se necesita para llegar de la mejor manera al Mundial?
—En conjunto te tenés que acomodar, saber cómo se para la compañera porque cada una tiene su forma de juego y después hay que encajar en un sistema de juego que tenemos que encontrar uno propio para que todas estemos cómodas. Eso es lo que te permiten los partidos internacionales, conocerte. Lo más próximo que tenemos a fines de febrero y creo que ahí nos vamos a ir acomodando de a poquito.
—¿Y a nivel individual?
—Me tengo que poner entusiasmo. El fútbol femenino no es lo mismo que el masculino. Yo soy mamá de mellizos que cumplen ahora cinco años, me tengo que dedicar a ellos, trabajo a la mañana y tengo que organizarme también para poder entrenar. Lo hago con Heldo Milatich que no tiene problema y se acomoda con mis horarios para que podamos entrenar.
Mirá el video del entrenamiento
https://youtu.be/BKbXH29aZaE
—¿A qué enfocás personalmente en esa puesta a punto?
—La idea es siempre ponerse bien físicamente, corregir lo que es la técnica de arco que es lo que voy aprendiendo con él. En cuanto a lo individual es más que nada la parte física y la clínica de arco que la mujer no tiene. Porque la realidad es que las mujeres no tenemos la misma preparación que los hombres. Ellos tienen el entrenador de arquero en el club, tienen un cuerpo técnico bien armado. Nosotras no, el cuerpo técnico está conformado por el profe, ayudante de campo y la entrenadora.
—El primer partido del repechaje contra Panamá para clasificar al Mundial en Arsenal fue histórico por la cantidad de gente que estuvo presente, ¿cómo lo viviste?
—La verdad es que sabíamos que iba a ir gente, pero no sabíamos que íbamos jugar con estadio lleno. Entrar a la cancha y ver la cantidad de chicas que juegan al fútbol, gente que no ha jugado y estaba ahí acompañándonos te da ese empujón anímico. Porque nosotras veníamos muy golpeadas, de una previa a la Copa América y un reclamo durante la competencia, perder contra Chile la clasificación directa y tener el estadio lleno y que te conozcan y te llamen fue muy importante.
—¿El presente de la liga rosarina como lo ves?
—Se viene armando bien. La división de categorías entre A y B es muy importante para emparejar la competencia. Pero estaría bueno que la Rosarina organice categorías inferiores, porque no tenemos, por ejemplo, una reserva. Las chicas chiquitas que vienen de abajo llegan a los 11, 12 o 13 años y se quedan sin jugar porque no pueden fichar en ningún club.
—Este año decidiste cambiar de equipo, ¿cuál fue la razón?
—El lunes me pude juntar con Rosana Gómez, la entrenadora, y le dije que me iba para Central, ya estoy por fichar. Siempre lo hablé con mi familia, creo que este es el último año y medio de carrera y quería terminarlo en donde empecé que es Central, terminarlo donde empezó la historia.