Julio Garro, intendente de La Plata, difundió un comunicado de manera interna en el que prohibió a las mujeres que trabajan en el municipio asistir con polleras o vestidos cortos y “remeras que dejen al descubierto el abdomen”. Este lunes anunciaron que dieron marcha atrás con la medida ante la repercusión, lógicamente negativa, en redes sociales.
Oscar Negrelli, secretario de Coordinación del municipio, admitió en diálogo con TN que la idea detrás de la medida era que los empleados “no confundieran ir a trabajar en verano con ir a la playa” y afirmó que se encuentra vigente desde marzo de 2018 y que antes “no había generado problemas”.
En las redes sociales la criticaron por «retrógrada», por incentivar la «violencia de género» y se encendió la tensión por una denuncia de abuso sexual contra el presidente del Concejo Deliberante, Fernando Ponce, mano derecha de Garro.
En el comunicado, el intendente del PRO de la capital bonaerense se ordenaba que el personal femenino «no iba a poder asistir a la dependencia con prendas que dejen al descubierto el abdomen, como así tampoco con polleras/vestidos que no alcancen o sobrepasen el límite de las rodillas» y sostuvo que el incumplimiento implicaría «ausente en la planilla de asistencia», y «que el agente no pueda tomar servicio», implicando un perjuicio económico para las trabajadoras.
Para los hombres, la prohibición mencionaba que «no iban a poder asistir con remeras/buzos de equipos de fútbol ni con bermudas» ni calzados descubiertos como «ojotas o crocs».
Denuncias dentro del municipio
Victoria Tolosa Paz, concejala del municipio platense describió la medida como «de otro siglo» y dijo: «En medio del escándalo de Ponce en La Plata lanzan esa solicitud de la vestimenta, Garro está queriendo decir que lo que pasó en el Concejo Deliberante fue culpa de la vestimenta de las mujeres «, en diálogo con Radio 10.
Una respuesta polémica a otra denuncia
La concejala vinculó la medida con el desplazamiento del presidente del Concejo, denunciado por abuso sexual e injurias por una de las trabajadoras del recinto, Anabella Betrachini, de 19 años.
“Anabella ingresó en su primer trabajo para ayudar con encuestas y pasó lo peor. La llamó a su despacho y se encontró con una persona que estaba con sus pantalones abajo”, relató Tolosa sobre la denuncia contra Ponce y criticó al gobierno de Cambiermos por no desvincular a Ponce de manera inmediata y dilatar su pedido de renuncia.
En principio, hoy se reunirían concejales de la oposición para plantear que la nueva medida de Garro quede sin efecto.