Guillermo Ferretti / Enrique Genovar
Fernando Zampedri se va de Central. El delantero jugará en Independiente de Avellaneda a cambio de una cifra cercana a los 3 millones de dólares limpios a favor del Canalla. Así, Edgardo Bauza se queda sin un jugador titular a horas para que cierre el libro de pases (este jueves a las 20).
La aceptación del ofrecimiento que llevó el representante del delantero, Gabriel Federico, el martes por la tarde trajo muchos inconvenientes internos en la comisión directiva. Tal es así que en la noche de este miércoles le confiaron a este diario que algunos de los miembros más importantes de la mesa de conducción auriazul evaluaban la posibilidad de dar un paso al costado.
La decisión de aceptar el interés del equipo de Avellaneda se dio luego de que el propio futbolista se presentara en la sede de calle Mitre a solicitar su salida. Esto se produjo luego de la finalización de distintas reuniones que se dieron durante la tarde, cuyo resultado habían arrojado que el delantero iba a continuar en el club, salvo que este jueves cambiaran las circunstancias.
La aceptación de la oferta arrojó sorpresa en el mundo Central. Es que en horas del mediodía los dirigentes más influyentes en la vida del Canalla tenían como postura que el jugador podía emigrar siempre y cuando llegase reemplazo.
El jugador que quedaba dentro de las posibilidades que había barajado la dirección deportiva es Emanuel Herrera, delantero que hizo las inferiores en Central y que hoy milita en Sporting de Cristal de Perú. Pero el corto tiempo que había para comenzar una negociación hizo inviable su llegada para antes del libro de pases.
La ida de Zampedri significa una baja sensible para el plantel. Tal es así que el sábado, ante Aldosivi, el Toro iba a volver a la titularidad.
Varios directivos entendían en la noche de este miércoles que lo principal era priorizar la parte deportiva y fueron los que llevaron adelante la postura de que la negociación se hacía siempre y cuando llegara reemplazo.
Sin embargo otra parte de la dirigencia interpretó desde el martes que había que priorizar lo económico, y tras las presiones recibidas en primer término por el agente del jugador y luego por el propio delantero terminaron cediendo.