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Crimen del prestamista: buscaban un auto y encontraron drogas

La Policía allanó una vivienda de barrio Larrea en busca de la camioneta Amarok utilizada en el crimen de Lucio Maldonado, por el que está detenido Esteban Alvarado. No encontraron el vehículo pero si estupefacientes. Una mujer de 63 años y su hijo de 25 fueron arrestados

Una mujer de 63 años y su hijo de 25 fueron detenidos este martes en un domicilio de barrio Larrea, allanado por orden del fiscal Matías Edery que investiga el crimen del prestamista Lucio Maldonado, secuestrado y asesinado a mediados de noviembre pasado. La medida fue en busca de la camioneta Amarok utilizada para cometer el homicidio, pero el vehículo que encontraron en la vivienda no era el que buscaban. No obstante, tanto el muchacho como su madre quedaron privados de la libertad porque la Policía encontró estupefacientes en el lugar y dio intervención a la justicia federal. La medida tuvo lugar tres días después de la caída de Esteban Líndor Alvarado, un hombre de 41 años apresado el sábado en un camping de la provincia de Córdoba tras ser declarado por la Fiscalía el principal sospechoso detrás de la muerte del prestamista, cuyo cadáver apareció junto a una nota que decía: “Con la mafia no se jode”.

El allanamiento de este martes fue realizado a primera hora de la mañana por efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE), a cargo de Maximiliano Bertolotti, en un domicilio de calle Nicaragua al 200 bis. “Buscábamos un vehículo utilizado en el crimen de Maldonado, pero no lo encontramos”, dijo un vocero del caso. Al respecto aclaró que se trata de una camioneta Volkswagen Amarok color blanca, que sigue sin aparecer, ya que la secuestrada en la vivienda de barrio Larrea tenía características similares pero no era la misma.

Además del vehículo, los pesquisas incautaron elementos informáticos, celulares, dinero en efectivo –alrededor de 60 mil pesos y 1.200 dólares– y unos 600 gramos de marihuana y 70 de cocaína.

La mujer Irene I., de 63 años y su hijo Abel S., de 25, quedaron detenidos a disposición de la Justicia federal por el secuestro de estupefacientes y no en el marco de la pesquisa por homicidio, según aclaró una fuente.

Uno de los investigadores dijo que por información de “calle” la mujer “es una transera del barrio conocida como la Gorda Irene” y agregó que su hijo Abel también se dedicaría al narcomenudeo aunque nunca lo pudieron probar en la Justicia. En la misma línea de informalidad, el pesquisa deslizó que el muchacho podría haber estado vinculado al ataque a tiros contra la parroquia María Reina de barrio Larrea perpetrado en septiembre pasado en México al 1000 bis. En esa oportunidad, el padre Juan Pablo Núñez dijo no tener miedo y tildó la intimidación a balazos como un mensaje en contra suyo por el trabajo que hace en el barrio para alejar a los chicos del consumo de drogas.

Uno de los investigadores aclaró que ni la mujer, ni su hijo se resistieron al arresto como tampoco a la requisa de la vivienda, a su entender “lujosa”. En ese sentido detalló que las persianas eran eléctricas con control remoto y que uno de los baños tenía un jacuzzi para varias personas. También mencionó la presencia de mascotas, entre ellas varios perros y un loro.

Crimen mafioso

El prestamista Lucio Maldonado fue secuestrado durante la madrugada del domingo 11 de noviembre en la puerta de su casa de barrio Tablada, en Garibaldi al 600. Según quedó registrado en cámaras de vigilancia, cuatro hombres armados lo metieron dentro una Renault Kangoo y se lo llevaron.

Para los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, el primer destino fue una quinta ubicada en el paraje Los Muchachos, sobre la ruta A012, en jurisdicción de Piñero, que pertenece a Esteban Alvarado. Luego, durante la noche del lunes 12, arrojaron su cadáver a la vera de la autopista Aramburu, frente al barrio Las Flores. El cuerpo fue encontrado a la mañana siguiente y según los médicos llevaba 36 horas sin vida. Tenía dos tiros en la espalda y uno en la nuca. La nota “Con la mafia no se jode” se la sacaron de uno de los bolsillos.

Chuchino

El vínculo entre el crimen y Alvarado, según los fiscales, son los vehículos. Según esa hipótesis así lo determinaron los GPS y el seguimiento de cámaras de distintos puntos de la ciudad que los llevaron hasta un predio cercano a la quinta de Piñero.

Así fue que allanaron la quinta de Alvarado el 29 de noviembre pasado, donde incautaron documentación que derivó en otros 14 allanamientos, entre ellos la quinta Funes Hill donde estaba su esposa, la sede de su empresa de transporte en la zona oeste, un domicilio donde se buscó a su hermano, y el ya conocido episodio en Condominios del Alto, donde se encontraron con el subjefe de inteligencia antidrogas de la Policía de Investigaciones de Rosario (PDI), Javier Makhat, ex custodio de la Fiscalía, quien dijo ser dueño del costoso departamento y de dos cocheras.

Mientras se dispuso la captura de Alvarado, quien finalmente cayó detenido el sábado pasado en un camping cordobés de Embalse Río Tercero. Será indagado entre el lunes y el martes próximo, aseguró un vocero.

El nombre de Alvarado, también conocido como Chuchino o Rengo, hace tiempo que suena como un pesado del narcotráfico, aunque ese rumor no está plasmado en la Justicia.

Tras su detención, el abogado Claudio Tavella brindó declaraciones en los medios donde dijo que su cliente no sabía que lo buscaban, dijo que se alejó de la ciudad por temor a su integridad física y no a la Justicia, y aclaró que se había puesto a disposición de las autoridades judiciales por medio de un escrito.

El abogado advirtió que alguien quiere perjudicar a Alvarado, cuyo nombre y apellido aparecieron escritos en una balacera. En ese sentido lo desvinculó del tráfico de drogas y señaló que solo tiene un antecedente condenatorio que cumplió entre 2012 y 2016 por encubrimiento de robo de automotores de alta gama.

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