Los precandidatos a concejales de Cambiemos Sergio Más Varela y Germán Mastrocola fueron denunciados por repartir en la Plaza Pringles rociadores de gas pimienta a mujeres con el supuesto fin de prevenir ataques sexuales. La denuncia la hizo la directora provincial de Atención a las Víctimas y precandidata a concejala por el Frente Progresista Cívico y Social, Anahí Schibelbein.
Este lunes se presentó en el Centro Territorial de Denuncias de Mendoza al 3500 para que la Justicia investigue si la entrega de gas pimienta en la vía pública se trató de un delito. “Fue demagógico e implica un retroceso en los avances que viene dando el movimiento feminista. La seguridad no es responsabilidad de cada una. La debe garantizar el Estado”, dijo la radical que encabeza la lista que promueve el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro.
La estrategia de campaña de los actuales diputados de Cambiemos generó el rechazo de todo el arco político y de las organizaciones de mujeres y disidencias sexuales de la ciudad. La intendenta Mónica Fein también salió al cruce: “En temas como la seguridad no hay que hacer marketing de campaña».
Límite
En diálogo con El Ciudadano, Schibelbein opinó que los candidatos de Cambiemos pasaron un límite con la estrategia de campaña de repartir gas pimienta.
“En elecciones no vale todo. Este tipo de acciones demagógicas despiertan la violencia y ponen en juicio quiénes tienen que garantizar la seguridad: es un responsabilidad del Estado y no de las mujeres”, explicó y agregó: “Cambiemos supera los límites día a día. Creemos que la Justicia tiene que intervenir y determinar si cometieron un delito, si hicieron un registro de las mujeres que lo recibieron, si hubo protocolos y cómo se compraron los rociadores”.
Para la funcionaria pensar en el gas pimienta como solución a la violencia de género y la inseguridad es un retroceso. “El movimiento feminista viene avanzando y mostrándole al país que el Estado debe hacerse cargo. La respuesta de Cambiemos es dar gas pimienta e invertir 11 pesos por mujer en erradicar la violencia de género. No es casualidad que estas acciones sucedan cuando este año quieren tratar reforma del Código Penal. Evidencia cómo conciben el orden público y la seguridad”, dijo Schibelbein.
Golpe bajo
Por su parte, la intendenta Mónica Fein también salió este lunes a cuestionar la entrega de gas pimienta, a la que calificó de golpe bajo y de falta de seriedad.
“En algunos temas como la seguridad no hay que hacer marketing de campaña. Espero que estudien un poco más y que entiendan que la seguridad es un tema mucho más complejo que repartir gas pimienta. Los rosarinos sabemos que la seguridad es un tema serio. Hay que trabajar sin golpes bajos y enfrentando el problema”, dijo a la emisora radial local LT8.
La movida de Cambiemos fue repudiada además por las concejalas del PJ y precandidatas Norma López y Marina Magnani. «En vez de gas pimienta, el PRO debería llamarse a silencio en políticas de género. Se burlan de las mujeres. Lo único que hizo el gobierno Nacional por las mujeres fue desfinanciar todos los programas», sostuvieron en un comunicado que enviaron a los medios de comunicación.
Respuesta de Cambiemos
Tras todas las críticas que se fueron dando a lo largo de la jornada, el encargado de Cambiemos en responder en un primer término fue el propio Mastrocola. Dijo que la propuesta surgió a partir de las estadísticas de ataques violentos que sufren las rosarinas, aunque no dio ningún dato al respecto.
“Teníamos que hacer algo que sea más comprometido, que tenga que ver con mostrar una realidad que hoy viven. Hay estadísticas que nos están llegando de mujeres quebradas por motochorros en la vía pública esperando el colectivo o por arrebato de celulares”, señaló.
Sergio Más Valera también salió a defenderse. “Rosario está hoy en emergencia de seguridad y Fein se ubica en un rol de espectadora de una cruel realidad que afecta a todos los ciudadanos, sin hacer absolutamente nada. Queremos debatir sobre seguridad y, si esta iniciativa de repartir gas pimienta sirvió para despertar a la clase gobernante de la ciudad, bienvenida. Es nuestro objetivo”, sostuvo.
Todo sea por un voto
En plena campaña electoral, el sábado por la mañana los diputados provinciales y precandidatos a concejales por Cambiemos, Sergio Más Varela y Germán Mastrocola, repartieron en la Plaza Pringles rociadores de gas pimienta acompañados de un instructivo de uso con “consejos útiles de seguridad para la mujer rosarina”. Lo hicieron con el supuesto objetivo de prevenir que las mujeres sean víctimas de ataques sexuales con el hashtag #DaleGas.
El instructivo decía: apuntar el spray hacia la cara del atacante; disparar moviéndote hacia algún lado y huir hacia algún lugar seguro; y buscar ayuda de las autoridades.
Lo acompañaron con un panfleto con consejos útiles para evitar ataques sexuales: “No alertar en redes sociales sobre donde irás o vas a estar; utilizar servicio de taxis y remises habilitados; no permitir que pongan algo extraño en tu trago; evitar volver sola a la salida del boliche”.
Salvo la segunda recomendación, que se orienta a subirse al transporte público habilitado por el municipio, los demás consejos ponen el foco en lo mismo: es la mujer la que debe evitar ser atacada y violada.
Las críticas de todos los sectores políticos y de las organizaciones de mujeres no tardaron en llegar. Se los acusó de promover la autodefensa como estrategia contra la violencia de género y poner en las propias mujeres la responsabilidad no ser víctimas de una violación. Además, el precio de cada spray oscila entre 150 y 500 pesos y supera ampliamente los 11 que el gobierno Cambiemos asignó por cada mujer para erradicar y prevenir la violencia de género en el presupuesto de 2019.
Si bien la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac) no considera que el gas pimienta sea un arma, en una disposición del año 2000 hace una recomendación: que ese tipo de productos no sea comercializado en forma libre, sino en armerías inscriptas en el Registro Nacional de Armas (Renar), que es el nombre que la Anmac tenía en aquel entonces. Atendiendo a esta resolución puede inferirse que la entrega sin control en la calle tampoco está aconsejada.