Tres hermanos de 24, 29 y 30 años fueron detenidos este martes por la noche por personal de la Brigada de Homicidios de Policía de Investigaciones. Los investigadores sospechan que están involucrados junto con otro joven en la muerte de Hernán Ezequiel Sobrero, un chofer de colectivos de larga distancia de 30 años, quien el pasado 11 de marzo falleció en el hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde llegó en calidad de detenido y según la Policía “bajo un ataque de hiperactividad” luego de una supuesta agresión a vecinos de Vera Mujica al 2700.
Este jueves, los hermanos, Fernando, Federico, y Verónica C., junto a Santiago D., el cual se entregó hoy, tendrán la imputativa en el Centro de Justicia Penal. Tanto Verónica como Santiago llegarán a la audiencia en libertad. La figura legal que la fiscal Georgina Pairola les atribuye es homicidio preterintencional, esto es que obraron con intención de lesionar, pero no de matar. “El cuerpo tenía lesiones pero no podemos acreditar que esos golpes causaron la muerte”, confió una fuente del caso y agregó que los roles y la mecánica se conocerán en la audiencia imputativa».
El giro en el caso se dio a partir de la autopsia de Sobrero, realizada bajo el protocolo de Minnesota – que dicta técnicas especiales en la recolección de pruebas para determinar si hubo violencia institucional–. El estudio arrojó que la víctima sufrió una golpiza, aunque la causa concreta de muerte aún no fue determinada ya que restan los resultados de los exámenes anatomopatológicos y toxicológicos. Los resultados preliminares derivaron en un allanamiento en la vivienda de Vera Mujica y Gálvez, la casa a la cual Sobrero llegó la madrugada del día en que murió y donde viven los sospechosos.
En el patio de esa casa, según las pruebas recolectadas por la investigación, Sobrero estuvo maniatado y sufrió golpes, algo que la Fiscalía tiene acreditado, confiaron fuentes judiciales. Las pruebas de luminol realizadas en el allanamiento arrojaron que en el patio había manchas de sangre.
Sobrero, de 30 años, falleció el 11 de marzo al mediodía en el Heca, donde llegó en calidad de detenido tras ser apresado a las 3 de la madrugada por el Comando Radioeléctrico.
La detención se produjo en Vera Mujica al 2700, donde Sobrero –según indicaron las fuentes policiales– estaba retenido, por una denuncia que hizo una chica de 20 años que lo acusó de agredirla verbal y físicamente. Y un vecino de 22 que dijo haberlo echado un rato antes cuando quiso entrar a su casa. Los investigadores aún no tienen claro qué hacía allí el joven.
En declaraciones a la prensa, familiares contaron que Sobrero, chofer de colectivos, no tenía ningún antecedente penal, sí problemas de adicciones, pero “no ingresó a esa casa, donde lo conocían, a robar».
Al llegar al lugar, los uniformados entrevistaron a Lara, de 20 años, y a Axel, de 22. El joven contó que el hombre que tenían retenido había intentado entrar a su casa pero que había logrado “ponerlo en fuga”. Pero que luego observó que quiso ingresar al domicilio de Lara, a dos cuadras de su casa, y que la “agredió física y verbalmente”.
Según los uniformados se llevaron al hombre detenido pero no lo pudieron identificar “porque se encontraba bajo efectos de estupefacientes”, por lo que lo trasladaron a Medicina Legal, donde un médico hizo las primeras curaciones y lo derivó al Heca con el argumento “que podía padecer un ataque de hiperactividad” por el consumo de estupefacientes. Durante esa mañana, los policías entrevistaron en el hospital a una hermana mayor del detenido, quien horas después recibió la peor de las noticias. A las 13.30 falleció.