El último trabajo de Juan Marcelo Cairo fue en la playa de estacionamiento de su suegro hace tres años. Un día se descompuso y en la guardia de un sanatorio descubrió que su corazón es más grande que el promedio. El nombre médico es miocardiopatía dilatada severa. Desde entonces tiene que comer sano y no hacer esfuerzos para no infartarse. Hace un año que cobra una jubilación por invalidez porque no puede tener cualquier trabajo. Tiene que mantener una casa en la que viven su mujer y tres hijos de 16, 13 y 11 años.
Con todo en contra Cairo no bajó los brazos y pensó en hacer un proyecto propio. En 2018 le propuso a su sobrino que es ingeniero civil construir una playa de estacionamiento donde pudiese trabajar. Alquiló un terreno en Montevideo al 1800 y tramitó los permisos de edificación, pero cuando revisó la normativa municipal encontró un nuevo problema: por una modificación de 2014 las cocheras en Rosario tienen que tener 60 o más espacios para estacionar.
Superarse
Cairo y su familia fueron a hablar con la concejala y candidata a senadora Norma López. Después les explicó la situación a quienes integran la comisión de Planeamiento y Urbanismo y pidió una excepción porque el terreno elegido no tenía espacio para 60 o más vehículos. Los concejales entendieron que se trataba de una situación particular que ponía en riesgo la salida laboral de una familia y en noviembre aprobaron el decreto por unanimidad.
“Estamos muy contentos porque nos va a permitir trabajar dignamente y llevar comida a mi casa. Ver la obra en plena construcción me da satisfacción y nos llena de emoción”, contó este lunes Cairo a El Ciudadano. La obra estará finalizada en dos meses y el lugar tendrá capacidad para 16 vehículos. La excepción del Concejo es sólo para la familia de Cairo.
“Las políticas públicas están para igualar las posibilidades de las personas. Esta excepción es un antecedente de que no podemos medir todas las situaciones con la misma vara. Hay que humanizar la política”, dijo Norma López y cuestionó el mínimo de cocheras exigido por la actual normativa.
“Es excesivo. No sólo necesitamos cocheras sino una mirada integral sobre la conectividad y el tránsito donde no se favorezca el negocio de unos pocos. Con las comisiones del Concejo trabajamos la posibilidad de una excepción con un fin concreto: garantizar el trabajo de una familia con ciertas particularidades. No somos amigos de las excepciones, pero entendemos la importancia de que los pequeños constructores tengan un trabajo digno. No podemos priorizar un negocio sobre la calidad de vida”, aseguró.
