La intendenta Mónica Fein siente que dio “todo el amor y el afecto” que podía dar en la gestión. En el balance de sus ocho años en el municipio ve “luces y sombras”, pero para atender “la lista de cosas pendientes” no duda en señalar a Verónica Irizar como “la garantía para que la ciudad no pare”. Rescata el manejo de la economía de la ex secretaria de Hacienda como una clave para estos tiempos de crisis, además de la juventud, el empuje, y las luchas que tuvo en su vida personal.
Como referente del socialismo, Fein no duda en sumarse al gobernador Lifschitz en su interpretación de un final de campaña embarrado por un clima de violencia general y descalificaciones personales: “Así como los sectores delictivos crean el clima, están los que lo aprovechan para ver si llevan algún voto hacia su sector político”. Y también critica duro, tanto a los representantes del kirchnerismo como de Cambiemos, porque no acompañaron los reclamos de la ciudad contra la discriminación que sufrió de parte de los diferentes gobiernos centrales.
—Los últimos días de la campaña se vivieron en un clima enrarecido por una violencia inusitada que llevaron al gobernador a interpretar que detrás había “intencionalidad política” y por declaraciones como las de Elisa Carrió, con fuertes descalificaciones al candidato a gobernador del Frente, Antonio Bonfatti. ¿Cuál es su lectura?
—Yo creo que no es la primera vez que lo vemos, si bien una nunca se deja de asombrar, pero yo coincido con el gobernador en que hay sectores delictivos que no se sienten cómodos con la política de seguridad que venimos haciendo, no nos olvidemos que la mayoría de las bandas más importantes de Rosario están presos, que hay policías presos, saben que no somos actores de la negociación y ayudan a generar una situación de miedo. Por supuesto que aprovechan y potencian cuestiones objetivas que hay de seguridad y construyen una idea de temor y miedo que influyen en lo electoral. Pero después, así como los sectores delictivos crean el clima, están los que lo aprovechan para ver si llevan algún voto hacia su sector político. Esto es lo lamentable de la política, cuando uno no tiene propuestas ni debate político, es defenestrar al otro. Y eso es lo que hizo (Elisa) Carrió también, lo hizo acá, en Córdoba, lo hizo en su vida, eso de tratar de eliminar al adversario creyéndose en un lugar de superioridad y no de discusión de ideas. Eso pasa mucho en la política, eliminar al otro en lugar de debatir ideas. Y yo creo que la política es debatir ideas, lo que queremos hacer en Rosario con Vero Irizar. Ella sabe las cosas que hay que hacer en Rosario y las cosas que hay que cambiar. Porque hay muchas cosas que cambiar. Antonio Bonfatti, todos lo conocen, saben dónde vive. Entonces, si hay algo que discutir, lo discutimos desde nuestra capacidad de hacer y no de tratar de eliminar al adversario por falta de propuestas superadoras o alternativas. Creo que es mucho de lo que pasó en el último tiempo de la campaña.
—¿Considera que en estos tiempos que corren la política sigue pasando por el debate de ideas?
—Lo intento, porque, por ejemplo, cuando alguien propone boleto gratuito le digo: “A ver mostrame por qué no lo hicieron cuando fueron gobierno?” Pregunto: ¿en qué ciudad hay un sistema de salud mejor que el de Rosario? Quiero ir a ver, porque si hay alguien que lo sabe hacer mejor vayamos a verlo. Las ideas deben ser prácticas, porque decir “quiero hacer esto” es una cosa, pero hay que preguntar dónde lo hizo antes, en qué lugar hizo una política de salud pública o cultural, mejor que en Rosario, en qué lugar puso recursos para la política de igualdad para varones y mujeres más que en Rosario. Es la idea, pero también el qué hacemos. A nosotros nos piden que nos hagamos cargo de nuestros 30 años de gobierno y lo hacemos, con nuestros errores y nuestros aciertos, pero hay muchos que no se hacen cargo de todo un proyecto político al que representan.
—¿Qué le pasa cuándo escucha a los candidatos de la oposición hablando de lo que hay que hacer en Rosario?
—¿Falta mucho en Rosario? Sí, falta mucho. Rosario es una ciudad que cambia permanentemente. Yo hice cloacas en 39 barrios. En muchos vamos a hacer pavimento y en muchos habrá que hacerlo. Irizar y Bonfatti presentaron un proyecto a tal fin. Pero la verdad que nadie nos acompañó para buscar recursos. Al revés, unos y otros, nos discriminaron a nosotros. Rosario nunca tuvo lo que se merece por la potencia económica y el lugar que tiene como ciudad. Con el gobierno anterior sentíamos que había una discriminación hacia Rosario, y no te puedo negar que teníamos alguna expectativa de que con otro gobierno esa discriminación desapareciera. Pero se profundizó. Nos sacaron los subsidios al transporte, nos sacaron el fondo sojero, mientras siguen financiando los subsidios al transporte en Capital y Gran Buenos Aires. Modificaron el Fondo del Conurbano a la provincia de Buenos Aires y no a Rosario ni a Santa Fe. Hay una decisión de gobernar para los gobiernos afines y lamentablemente se profundizó la discriminación. Lamentablemente, la oposición no nos acompañó cuando decíamos que había que buscar recursos internacionales, porque algunos que nos dicen “el dólar está caro”. Yo les digo que no se hagan problemas, vamos a pagar la deuda de todos, la que tiene la Nación, la que tienen las provincias, las vamos a pagar entre todos los argentinos, pero a diferencia de los que pueden tener obras, nosotros no las vamos a tener.
—¿Le sirvió su experiencia como presidenta del Ecom para su actual candidatura a senadora por el departamento Rosario?
—Fue fundamentalmente una gran experiencia para mí. El Ente de Coordinación Metropolitana es lo que ha permitido entender que Rosario es una región y no una ciudad, y que cada una de las ciudades se tiene que potenciar. Me sirvió mucho la presidencia del Ecom para valorar la potencia que tiene el departamento Rosario y también para representarlos, si me toca como senadora, buscando las herramientas y los recursos que este departamento merece. Hay una gran inequidad en que los senadores de departamentos muy pequeños, con poca población, tienen el mismo peso que departamentos de esta magnitud. Esa inequidad tiene que ver con dar una pelea fuerte para que este departamento sea escuchado.
—¿Cuáles son los principales problemas que deben ser abordados en el departamento?
—La reforma constitucional es una, para varias cosas. Para darle autonomía a las ciudades, para que las comunas no tengan cada dos años elecciones. Para mejorar la calidad institucional. Pero también hay un desafío de buscar recursos para mejorar la infraestructura y acompañar a cada intendente y presidente comunal a resolver cuestiones cercanas. Para pensar proyectos productivos compartidos, como lo hacemos desde el Ecom, donde en un punto estratégico se potencian las capacidades de varias comunidades. Son muchos los desafíos que yo espero poder representar. Además del diálogo permanente con los presidentes comunales. Acá espero que sea Verónica, porque además trabajó conmigo, la conozco y sé de su fuerza, lo mismo que Alberto Ricci en Villa Gobernador Gálvez. Hay intendentes y presidentes comunales que son un ejemplo de cómo hay que trabajar.
—Se cumplen ocho años de gobierno. Cuál es el balance y qué ve en Irizar para ser su sucesora.
—Como toda gestión, hay cosas que me hacen sentir muy satisfecha (el Plan Abre, Nueva Oportunidad, las obras de acceso, el Polo Tecnologico, el Mercado del Patio) y después por supuesto tengo una lista de cosas pendientes. Me hubiera gustado hacer más obras, más pavimento, me hubiera gustado acompañar mejor, con más herramientas, que se las tienen que dar a las ciudades, el momento de crisis profunda que están viviendo las pymes, los comercios y los ciudadanos. Por supuesto que el tema de competencia en seguridad es otro de los temas que, más allá de que yo asumí un rol en lo social, en la iluminación y en sentarme en una mesa de debate, creo que también tiene que ser más clara para el intendente de la ciudad. Con luces y sombras, como toda gestión. Siento que la ciudad no ha parado, no es la misma de hace 8 años, que hay muchos cambios, y que eso tiene que ver con la gestión pública. Y Verónica es la única garantía de que la ciudad no pare, porque sabe gestionar, sabe hacer, conoce todos los resortes del Estado, porque estar en Hacienda te convierte en la que discutía con casa área los presupuestos que significan las acciones, y que sabe cómo se hacen esas acciones. La única persona que está preparada y no tardará tiempo en entender cómo funciona el Estado es Verónica, Asi que quiero dejar la ciudad en buenas manos, en las manos de alguien que cuide esta casa con todo el amor y el afecto que yo le pongo. Y también con los cambios que hay que hacer. Porque acompañar a Verónica es acompañar a una mujer mucho más joven, luchadora, emprendedora, y eso me alegra porque creo que va a ser mejor que yo. Y eso es muy bueno.
—¿Es un plus el perfil de manejo de la economía, en un contexto de crisis?
—Es muy importante, porque manejando los números no entiende sólo lo que le pasa a la ciudad sino lo que le pasa a cada comercio, a cada industria, a cada trabajador en su casa. Vero tiene una vida muy interesante, como casi todos los sectores medios argentinos. Un padre que tenía una pyme y se fundió, y que tuvo un remisse. Ella tuvo que trabajar para estudiar. Tuvo su primera hija en un hospital público, porque no tenía obra social. Es la síntesis de lo que nos pasa a los argentinos. Y yo tengo una teoría de que el que no se relaciona desde la vivencia no logra comprender el compromiso y el esfuerzo que se necesitan para salir adelante. Y Vero tiene todas esas cualidades. Sabe hacer, está preparada. Manejar los números en este país no es menor. Le va a ayudar a buscar herramientas para los que más necesitan.