“Fue una campaña austera. Nos basamos en la grulla como símbolo de la paz y la hicimos a mano con los militantes del espacio político Creo”, explicó a El Ciudadano la concejala María Eugenia Schmuck en el búnker de Pablo Javkin. Pasadas las 20 el candidato llegó al espacio, saludó a los militantes y se reunió con referentes para seguir el conteo de votos para ver si él o Verónica Irizar representan al Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) en las generales del 16 de junio. «La tendencia es irreversible», añadió Schumuck, y se entusiasmó en que su espacio será el victorioso.
Tradicional
El diputado provincial Ariel Bermúdez charló con El Ciudadano y recordó los inicios de Javkin en la política. Milita con él desde que tiene 18 cuando compartían la agrupación Franja Morada en la Facultad de Derecho de la UNR.
“Caminamos muy convencidos y la gente reconoce esto. También que hayamos decidido irnos del radicalismo cuando Carrió se alió con Macri”, explicó Bermúdez e insistió con una de las constantes de la campaña de Javkin: el Creo es David en la fábula bíblica de su pelea con Goliat donde los filisteos avanzaban contra Israel.
En el paralelismo, el gigante amedrentando a los israelitas es Verónica Irizar, a quien el oficialismo apoya con propaganda y campaña. El partido de Javkin es David, que apuesta a unas piedras lisas y una honda para derrotar al supuesto más fuerte. “Nunca legislamos contra quien menos tiene. Ese es el legado. Pablo tiene estudio y calle”, insistió Bermúdez.
Orígenes y votos
De la mano de lo que era un movimiento de renovación de la UCR encabezado por la diputada Elisa Carrió Javkin entró a la política pública como legislador en el Concejo Municipal. Después de su primera experiencia en una banca del Palacio Vasallo logró los votos para volverse diputado provincial y en dos años dejó el espacio para llegar al Congreso con más de 100 mil votos en 2011. Fue secretario de la Coalición Cívica hasta 2014 cuando rompió su relación con Carrió y quedó a cargo de la secretaría general de la Municipalidad de Rosario. Su caudal de votos lo llevó a pensar en ser intendente y se midió con la intendenta Mónica Fein en su reelección. En las Paso de 2015 logró que 13,9% del padrón electoral lo eligiera y quedó como el tercer candidato más votado después de Ana Laura Martínez y Fein. En ese momento le sacó un punto al hoy candidato a la intendencia, Roberto Sukerman.
Si bien no logró llegar a las generales, la interna lo volvió un comodín que usó el socialismo en las elecciones legislativas de 2017 cuando a nivel país el voto mayoritario validó a Cambiemos. Después de unas Paso malas el Frente duplicó votos con Javkin a la cabeza de la lista de concejales y logró arañar 7 bancas en el Concejo, pero perdió la mayoría histórica que tenía en el recinto. Al día siguiente Javkin declaró en sintonía con el gobernador Miguel Lifschitz: “Tenemos que abrir el Frente a referentes barriales y dirigentes que vienen de diferentes tradiciones partidarias pero se fueron alejando”. No era la primera vez que hacía un guiño afuera del socialismo. En 2015 habló de sumar a referentes del peronismo vinculado a Sergio Massa, uno de los actores claves en las elecciones presidenciales que terminaron con Macri en la Casa Rosada.
