A pocas horas de que se conociera el polémico el fallo en el juicio oral y público por la desaparición forzada y aborto sin consentimiento seguido de muerte de Paula Perassi, en cuya resolución fueron absueltos los 4 civiles y los 5 policías que estaban imputados en el caso, una comunidad indigada por la sentencia puso en marcha la condena social.
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El jueves mismo en el que los 9 acusados recuperaron la libertad, Gabriel Strumia -ex amante de Paula y quien estaba imputado por privación ilegítima de la libertad y aborto seguido de muerte-, salió de compras a una casa de electrodomésticos de San Lorenzo y fue «invitado a retirarse» por parte de los propietarios. «De no creerlo. Apareció Strumia acá en Centeno Hogar en donde yo trabajo queriendo que le vendiéramos y mi jefa lo echó del local. Orgullosa me siento de ella», publicó una de las empleadas del comercio de Oroño al 600.
Caso Perassi: la Justicia mandó a su casa a todos los acusados
El escrache también le tocó a Roxana Michl, esposa de Strumia y quien también fue absuelta por el beneficio de la duda. La mujer salió de compras a un supermercado de Circunvalación y Jorge Newbery y fue identificada rápidamente. «¡Cuánta impunidad! La justicia falló a tu favor, pero la condena social será eterna. Sos una asesina y no vas a poder andar por la calle. ¿Cómo podés dormir? Sos una cínica, dejaste a dos chicos sin su madre», le reprocharon a Michl. «No sabés lo tranquila que estoy», respondió la mujer de Strumia, en un registro fílmico que rápidamente se compartió en redes sociales y generó aún más indignación.
