El recorte en el presupuesto para el sistema de Ciencia y Técnica por parte del gobierno nacional y la situación que viven muchos científicos del Conicet ante la crisis económica impulsaron a la bióloga molecular Marina Simian a participar del programa televiso «Quien quiere ser millonario», franquicia que en la Argentina tiene Telefé. Su objetivo: obtener financiamiento para continuar su investigación de terapias contra el cáncer.
Fue la tercera participante en probar suerte este martes en el programa conducido por Santiago del Moro. Marina es bióloga molecular y también se desempeña en la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).
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En la «tribuna» del programa se encontraban algunos de sus compañeros del Conicet, quienes aseguraron que la eligieron entre todos por su carácter. Al ganar los primeros 180 mil pesos, Marina corrió hasta la tribuna para saludarlos. «No nos depositan los subsidios que tenemos ganados y tenemos que trabajar. Me anoté porque soy osada y me pareció una oportunidad. Pueden venir cuando quieran a ver el trabajo que hacemos«, explicó la investigadora.
«Me emociono porque está difícil y uno le pone mucho. Es mucho esfuerzo el que hacemos», contó, al borde de las lágrimas, antes de responder por 500 mil pesos. La pregunta que le hicieron fue: «¿Qué famoso certamen de belleza tuvo como primera ganadora a Miss Suecia, en 1951?». Para responderla, utilizó el comodín del público y tres personas elegidas por ella se arriesgaron por la opción «Miss Mundo». Ella les hizo caso y se llevó el medio millón.
Nuevos tratamientos, sin financiación
Simian es especialista en el desarrollo de nuevos tratamientos para el cáncer de mama mediante el uso combinado de drogas tradicionales y nanotecnología. Además, integra equipos interdisciplinarios para la detección temprana de trastornos de aprendizaje.
Se doctoró en Ciencias Biológicas por la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Berkeley y obtuvo una licenciatura en Ciencias Biológicas en la UBA. Trabaja en el Instituto de Nanosistemas del Conicet y en la Escuela de Humanidades de la Unsam.
Depositan la mitad
“Todo lo que gané va a ser empleado en la compra de insumos para el proyecto de investigación. Estamos muy cortos de plata para trabajar, tengo un subsidio grande ganado y el gobierno deposita el dinero a cuentagotas. Lo concursé en 2016, lo obtuve en 2017 y empezamos a cobrar el año pasado, pero nos vienen pagando de modo discontinuo. Debería obtener unos 320 mil pesos al año y nos mandan la mitad. Es todo muy difícil, tengo 5 becarios que necesitan trabajar”, señaló la científica.