En apenas 180 minutos de fútbol, la Champions League le demostró al mundo por qué es el mejor torneo del planeta. El martes, Liverpool revirtió un 0-3 en su estadio ante Barcelona y este miércoles fue el turno de Tottenham que comanda el santafesino Mauricio Pochettino, que estaba 3-0 abajo en la serie ante Ajax y se llevó la clasificación gracias a un triplete de Lucas Moura en el segundo tiempo, el decisivo en el último minuto del partido.
Y eso que la historia había empezado de la mejor manera para el equipo de Nicolás Tagliafico (jugó los 90) y Lisandro Magallán (ingresó sobre el final). Es que en la segunda que generó tras haber hecho lucir a Hugo Lloris, llegó al gol de cabeza de Matthijs de Ligt, el capitán de 19 años que quieren muchos de los grandes de Europa y que ya la había embocado ante Juventus.
Los Spurs sintieron el golpe y comenzaron a llegar con peligro, pero a pesar de algunas aproximaciones, el equipo holandés extendió la diferencia a los 35 minutos: Donny van de Beek recuperó en la mitad del campo y asistió a Tadic, quien cedió para que Ziyech defina cruzado al segundo palo. Al descanso 2-0.
¿Partido liquidado? Ni ahí. Ajax optó por replegarse en el terreno y apostar al contragolpe, contradiciendo su estilo de juego. Y lo pagó carísimo. Tottenham se adueñó del control y comenzó a generar, hasta que descontó a los 10 minutos por intermedio de Lucas Moura para darle vida a su equipo en la serie.
Los ingleses revivieron con el descuento y apenas cuatro minutos después volvió a aparecer el brasileño para el 2-2. Faltaba un gol…y llegó en la última: Llorente aguantó un pelotazo largo, tocó para Dele Alli en la puerta del área y éste buscó a Moura, el héroe de los Spurs, quien definió cruzado para estampar el 3-2 y silenciar el Johan Cruyff Arena.
Milagro del Tottemah en Ámsterdam y a la finalísima con Liverpool, pautada para el 1° de junio en el Wanda Metropolitano de Madrid.