La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que la guerra comercial entre los Estados Unidos y China puede afectar la matriz sojera argentina, gran parte de la cual se asienta en Santa Fe con el mayor complejo oleaginoso exportador del mundo. La contracción en los precios del poroto y sus derivados «erosiona» los márgenes de la industria molinera, señala la entidad.
El aumento de aranceles del 10 al 25 por ciento sobre la importación de varios productos chinos por parte de los Estados Unidos, efectivizado este viernes, y el sostenimiento de un arancel del 25 por ciento por parte del gigante asiático a la compra de soja estadounidense produjeron una marcada baja en los precios del commodity y de sus derivados, tanto en el mercado internacional como en el local.
«Al principio, se podría esperar que las limitaciones, en materia de tarifas, de China para comprar poroto de soja de los Estados Unidos podrían impactar positivamente en el precio de la soja de Argentina, pero la realidad ha determinado un escenario bajista para la oleaginosa a nivel global, a medida que el mundo iba acumulando inventarios no deseados del poroto», indicaron la sorpresa desde la entidad bursátil rosarina.
La cotización de la soja en el mercado de Chicago cerró la semana con su precio más bajo, en el contrato de referencia, de más de una década. Se ubicó en 292,85 dólares la tonelada. La harina quedó en 313,2 y el aceite en 584,2 dólares la tonelada.
La Bolsa insistió en que la baja en los precios del poroto, como también de sus derivados, «erosionó los márgenes de la industria molinera argentina, por lo que si bien el marco del conflicto comercial entre ambas naciones puede ofrecer la oportunidad de exportar más poroto de soja, ello se hace a expensas de la actividad industrial y las exportaciones de harina y aceite de soja».
La BCR consideró que la continuidad del conflicto comercial entre ambos países «traería mayores perjuicios para Argentina», en especial en lo que respecta a la harina de soja, el mayor producto de exportación del país.
«No se estima a la fecha que Argentina pueda, en el marco de la guerra comercial, exportar más productos a China que lleguen a compensar los perjuicios que podrían darse en el complejo sojero, como el menor precio internacional de la soja y la creciente entrada en el mercado internacional de harina de soja por parte de Estados Unidos», consideraron los analistas en Rosario.
A esto hay que sumarle «la reciente aparición de la peste porcina africana, que implica menores demandas de poroto de soja por parte de China para alimentar su stock de ganado porcino».
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