Juan Jesús “Mohamed» Fernández, detenido por su presunta participación en el ataque en el que fue asesinado el funcionario Miguel Yadón y resultó gravemente herido el diputado Héctor Olivares, aseguró que quien les disparó a ambos desde el auto fue su primo, Juan José Navarro Cádiz, sostuvo que lo hizo «de la nada» y que él no conocía a las víctimas, revelaron este sábado fuentes judiciales.
En tanto, la pistola calibre 40 secuestrada el viernes por la noche en la casa de Navarro Cádiz (25) es el arma con la que cometieron el ataque, según un cotejo balístico realizado en las últimas horas que ya tiene en su poder el juez de instrucción Mariano Iturralde y a la fiscal Estela Andrades.
Desde la noche del viernes y hasta la madrugada del sábado fue indagado Fernández (42), luego de que fuera detenido en la localidad entrerriana de Concepción del Uruguay cuando estaba con el padre de Navarro Cádiz y un niño de siete años.
Mohamed, a quien inicialmente los investigadores llamaban Gitano, declaró que la madrugada del jueves estuvo durante varias horas consumiendo alcohol, especialmente «petacas de whisky barato», y también cocaína en la puerta del bar 36 billares, ubicado en avenida de Mayo al 1200, a dos cuadras de la plaza del Congreso.
Según las fuentes consultadas por la agencia Télam, el imputado aseguró que primero se encontraba con Luis Cano (65), otro de los detenidos en la causa, pero en determinado momento se quedaron sin alcohol, y entonces fueron a buscar más y en ese momento apareció en la puerta del bar Navarro Cádiz.
Siempre según la declaración de Fernández, como Cano no se llevaba bien con el joven, se retiró del lugar y ellos salieron con el auto y en un momento estacionaron en la plaza del Congreso con el Volkswagen Vento gris que quedó filmado en las cámaras de seguridad.
Fernández aseguró que mientras él se estaba «dando un buche con la petaca», su primo “sacó la pistola y tiró de la nada” hacia los dos hombres que pasaban por la vereda y que para hacerlo le pasó el arma por adelante de la cara, ya que el joven estaba en el asiento del acompañante.
Mohamed afirmó que él no conocía a las víctimas, que en ningún momento les habló y que bajó del auto a mirar «sorprendido» lo que había hecho su primo y le dijo que se fuera; agregó que cometió la “torpeza” de haberse escapado.
En la misma línea había declarado en la noche del viernes su hija, Stefanía Fernández Cano (24), quien afirmó que Navarro Cádiz es “primo» de su padre pero que no tienen relación con esa parte de la familia, «porque son de otra manera, son agresivos».
«Vino esta gente caminando y este chico les dispara de la nada”, dijo la joven, quien de acuerdo con el avance de la pesquisa no habría tenido ningún vínculo con Yadón como creían al principio los investigadores.
Por su parte, Miguel Navarro (55), detenido este viernes con Fernández en Concepción del Uruguay y padre de Juan José, declaró que el jueves por la madrugada éste lo llamó y le pidió que lo acompañara a dejar el auto a la cochera porque había tenido “un problema”.
Después, este hombre lo trasladó en su Renault 19, pararon en Concepción del Uruguay porque llovía mucho y, cuando se alojaron en una cabaña, vio en televisión lo que habían hecho Fernández y su hijo.
Entonces, Navarro padre le dijo que lo iba a dejar, que no quería problemas y cuando lo llevaba a una terminal de micros los detuvo la Policía entrerriana.
Luis Cano, otro de los seis detenidos que tiene el expediente, confirmó lo declarado por Fernández sobre que estuvieron consumiendo alcohol.
En tanto, las fuentes confirmaron que la pistola 40 Bersa Thunder con mira láser externa secuestrada en la noche del viernes en la casa de Navarro Cádiz (hijo) era el arma homicida, de acuerdo con el cotejo que hicieron en madrugada de este sábado peritos de la División Balística de la Superintendencia de Policía Científica de la PFA.
Las fuentes explicaron que, debido a la gravedad del caso, se le dio prioridad a este peritaje, realizado en el Sistema Automatizado de Identificación Balística (Saib).
El ataque ocurrió el jueves a las 6.51, cuando el diputado Olivares y Yadón caminaban por la plaza del Congreso y fueron baleados desde un auto.
A raíz del ataque, Yadon cayó en la vereda y Olivares caminó unos metros más y finalmente quedó tendido junto al cordón malherido.
Ambos fueron trasladados al hospital Ramos Mejía, aunque Yadón ingresó muerto y Olivares permanece aún internado en «estado crítico».