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Lo penan a más de 10 años de prisión por asesinar a un conocido en un garito

El crimen ocurrió en noviembre de 2017 cuando el acusado disparó cuatro veces contra un hombre de 41, con quien había tenido varios cruces en la sala de juego clandestino casildense a la que ambos frecuentaban

Un hombre de 67 años fue condenado este miércoles a 10 años y 8 meses de prisión acusado de haber asesinado a tiros a otro de 36, a quien aparentemente conocía de una sala de juego clandestino y con el que mantenía problemas de vieja data.

El tribunal, integrado por los jueces Carlos Pareto, Marisol Usandizaga y Jesús Rizzardi, condenaron este miércoles a Jorge Enrique Van Autenboer, de 67 años, a la pena de 10 años y 8 meses de prisión efectiva por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» en perjuicio de Leandro Brizzola, de 41. Según el fallo, el condenado continuará en prisión domiciliaria –condición en la que llegó al juicio oral– hasta que la pena quede firme.

El crimen de Brizzola, un comerciante dedicado a la venta de chacinados, ocurrió el 17 de noviembre de 2017 alrededor de las 4 en la vecina localidad de Casilda, situada a 60 kilómetros al oeste de Rosario.

De acuerdo a lo ventilado en el debate oral que se realizó en el Centro de Justicia Penal por cuestiones de seguridad, esa madrugada el imputado descendió de su vehículo en el playón de una estación de servicios y, tras una discusión, le disparó en cuatro oportunidades a la víctima.

Brizzola recibió dos impactos en el brazo derecho y dos «en línea media axilar que ingresaron al tórax» y le causaron la muerte cuando llegó a un hospital casildense.

El atacante se retiró en su automóvil y fue detenido un rato después del crimen por personal de la Policía de Investigaciones (PDI) mientras ingresaba a su domicilio, indicaron voceros judiciales.

En el transcurso del juicio se conoció  Van Autenboer y Brizzola estuvieron la noche del crimen en el Casilda Club, en cuyas instalaciones funcionaba una sala de juego clandestino.

Van Autenboer fue conserje del bufet de ese club pero había dejado esa tarea a uno de sus hijos, y conocía del garito a la víctima, con quien no mantenía una buena relación.

Una hija del ahora condenado había denunciado a Brizzola por amenazas con anterioridad al homicidio, según se conoció en el juicio.

El fiscal del caso, Juan Pablo Baños, pidió en su alegato una pena de 18 años para Van Autenboer, mientras que el abogado querellante solicitó 33.

En cambio, el defensor del acusado pidió al tribunal su absolución al entender que su cliente actuó en legítima defensa y sin intención de matar.

Para eso, argumentó que su cliente realizó dos disparos de advertencia y que baleó a la víctima cuando intentó desarmarlo.

Finalmente, el tribunal encontró culpable al imputado y lo condenó hoy a 10 años y 8 meses de prisión.

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