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¿Méritos del oficialismo o errores de la oposición?

Por: Daniel Casals / NA

En un momento en que todo parece medirse en réditos o pérdidas para el kirchnerismo, la semana que pasó pudo haber dejado altos dividendos para el oficialismo, gracias a la aprobación de la ley por el matrimonio entre personas del mismo sexo y la confirmación del procesamiento de Mauricio Macri.

Pero sucede que en la vereda de enfrente se cometan tantos errores que terminan por ser funcionales a los intereses del propio gobierno nacional.

El debate en el Congreso llevó, incluso, a posiciones fundamentalista que terminaron por pintar todo de blanco y negro, sin dejar espacio para los necesarios grises. Fue así que un grupo de senadores aprobó un dictamen de comisión sin tener en cuenta la media sanción que vino de Diputados, y generó el hecho insólito de pretender cambiar la cámara iniciadora del proyecto.

Otro error cometió el cardenal Jorge Bergoglio en su estrategia de declarar una “guerra santa”, que llevó a varios legisladores indecisos a tomar partido por la política antes que por su propia fe.

Aunque en este punto habría que preguntarse por qué esa misma fe tiene que encontrarse distanciada de la igualdad de derechos de los humanos.

Es más, podría se exactamente al revés: que la igualdad de derechos tenga mucho más que ver con la fe.

Tanto fuera como dentro del Congreso, la cuestión fue planteada como algo exclusivo de la Iglesia, como si el tema no estuviera en el debate en el propio seno de la sociedad.

Está claro que los prelados son los encargados de conducir a la Iglesia como institución, pero no pueden arrogarse la propiedad del universo de conceptos y valores.

Es en este marco, que se ven a muchos curas convencidos de su vocación, pero que comprenden los nuevos tiempos y que los cambios sociales y tecnológicos requieren de otras respuestas por parte de la Iglesia, encargada de congregar y no de expulsar.

Así fue como más de uno de ellos se pronunció a favor del matrimonio homosexual, pero fueron acallados, como en los peores tiempos del oscurantismo.

Es más, la Iglesia católica debería bucear en las razones de la gran pérdida de vocaciones y la aparición de credos y temerarias sectas que tienden a desplazarla.

Al final, la aprobación fue expuesta por varios medios como un triunfo del kirchnerismo, a pesar de la clara votación transversal que se dio en ambas cámaras legislativas.

La pregunta de todos es ahora, si el Ejecutivo seguirá avanzando sobre otras cuestiones muy caras a la curia, como el aborto o los fondos que le destina el Estado, de alrededor de 3 mil millones anuales.

No obstante, y más allá de la siempre presente estrategia oficial de enfrentamiento con lo sectores tradicionales, difícilmente, el gobierno pretenda entablar estas cruentas batallas.

Es que un tema de semejante envergadura difícilmente pueda ser encarado por un gobierno que está por ingresar en su último año de gestión, sino más que bien por la nueva administración por venir. Claro, si es del mismo tinte ideológico que el actual.

Las dudas existenciales de Macri

Mauricio Macri estaba en el exterior cuando la Cámara Federal porteña le confirmó el procesamiento por la red de escuchas ilegales.

Fue entonces que salió todo su entorno a desplegar la estrategia de culpar a Kirchner, ante el supuesto que el ex presidente maneja a discreción todos los resortes de la justicia.

Aquí también se cometieron varios errores, porque sobre los tres jueces que aprobaron por unanimidad el procesamiento no pesan las sombras de la sospechas, como sí le ocurre al juez Norberto Oyarbide.

Por otra parte, se hizo un desesperado llamado a otra fuerzas políticas para repudiar esta supuesta medida kirchnerista pero, hasta ahora encontró el silencio de aliados, como Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez y Felipe Solá, entre otros.

“Kirchner nos inventa una causa porque somos una alternativa para el 2011. Y esto nos puede pasar a cualquiera. No caigamos en el juego del gobierno”, se repitió hasta el cansancio, sin encontrar, por el momento, el eco esperado.

El expediente judicial menciona más que nada a las responsabilidades de Macri en las designaciones de Jorge Fino Palacios y Ciro James, aunque no establece que realmente haya diseñado un esquema de escuchas ilegales para espiar a adversarios políticos.

Por su lado, Elisa Carrió calificó de “impecable” el fallo de la cámara, mientras que sus legisladores pidieron una sesión especial para mañana.

Por el momento, no parecen viables los reclamos opositores como de juicio política o que el jefe de Gobierno porteño se tome una licencia hasta que todo se aclare, ya que el macrismo tiene la fuerza suficiente para frenar el embate.

Aunque, la cuestión está en saber si el proyecto presidencialista del alcalde fue golpeado en su línea de flotación.

A pesar del desconcierto inicial entre las filas macristas se quiso desde allí doblar la apuesta y anticipar que su líder se abocará a la tarea de recorrer el país en pro de lograr su candidatura.

Sin embargo, su situación judicial y política podría llevar, a la larga, a aceptar el consejo de su padre, Franco, el mismo que en su momento le sugirió Duhalde: que apueste a un nuevo período en la Ciudad de Buenos Aires y esperar su turno presidencial en 2015.

El razonamiento es que primero debe dejar a una gran ciudad antes de pasar a la Nación y aquel objetivo nunca lo va a lograr, mientras que el apellido Kirchner siga mandando en la Rosada.

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