“La norma abre la oportunidad expresiva, aporta a la democracia cultural, a que no se oculten voces, las visiones del mundo, del amor, de la vida, de la muerte, de la memoria, del dolor que tienen las mujeres desde sus propios mundos sensibles y también en la oportunidad laboral, en el cobro de los derechos de autor de las actuaciones en vivo, abre la mente de los productores, programadores y curadores”, explicó la cantante Celsa Mel Gowland a la agencia de noticias Télam sobre la Ley de Cupo femenino en espectáculos musicales que el pasado miércoles obtuvo media sanción en la Cámara de Senadores y que ahora continúa su camino en Diputados donde se debatirá su sanción definitiva.
Celsa es una de las impulsoras del proyecto que fija un cupo del 30 por ciento para que las mujeres tengan un espacio garantizado de participación en acontecimientos musicales en vivo en la Argentina. “Algunos productores se quejan y dicen que puede afectar su rentabilidad pero es aparente, no están trabajando bien a la mujer en la industria de la música como si se hace en otros lugares de Latinoamérica y del mundo. Nuestras músicas se van del país a que las legitimen otros públicos y luego vuelven exitosas. Eso no tiene que suceder, tenemos que saber valorar lo que tenemos y escuchar lo que tenemos. ¿Quién no conoce a Natalia Lafourcade o a Julieta Venegas y quiénes son nuestras Natalia y Julieta? Y, las tenemos. Los discos más exitosos de ambas artistas fueron producidos en la Argentina. Es una pereza, una inercia de prejuicio que arrastran los productores en cuanto a que las mujeres argentinas no venden o no convocan. Cuando se vea el impacto de esta norma y podamos medir qué pasó con todas las artistas que pudieron tener un espacio en los escenarios, veremos que es una norma que abre más de lo que cierra”, agregó.
Por su parte la baterista Andrea Álvarez agregó al debate: “Todavía no es ley y ya se está atento a ver qué proyectos de mujeres o con alguna mujer hay. En la época de Malvinas cuando se prohibió la música en inglés, que necesitaron música en castellano y empezaron a grabar a músicos que existían pero que no se les daba bola; ahí apareció el rock nacional. Existió porque al prohibirse la música en inglés, necesitaron llenar el espacio con música en castellano. Acá van a estar más atentos a lo que ya existe porque no hay que inventarlo, me gustaría más inclusión de las más veteranas porque pareciera que antes no hubo nada y ahora descubren a las chicas más jóvenes, las palabras clave son inclusión y diversidad”.
“Lo más importante es que algo se mueva y nos haga reflexionar sobre cada cosa que está ocurriendo en relación a la mujer. Poner una pregunta en la cabeza, así son los movimientos en el universo. Esto seguramente va a producir broncas pero yo no veo más que algo positivo en los cuestionamientos”, apuntó la cantante de tango Lidia Borda al tiempo que Déborah Dixon, una de las voces referentes del blues nacional, aseguró que la ley es la posibilidad de “empezar a concientizar sobre la realidad para poder transformarla. Todo lo que sirva para visibilizar a la mujer y sus luchas en todos los niveles, es positivo y hay que apoyarlo”.
Por último la Bruja Salguero, referente del folclore argentino aseguró que “más allá del porcentaje se ganó un gigante espacio porque se visibilizó la desigualdad”. “Es una estrategia maravillosa que dio grandes resultados y nadie podrá ver una grilla sin mirar con detalle y descubrir las talentosas mujeres artistas que nos estábamos perdiendo. No creo que nadie se oponga a que las mujeres ganen espacios, esta ley será una muestra más de la apertura y el crecimiento que estamos teniendo los argentinos”.
El Senado dio media sanción la ley de cupo femenino en espectáculos musicales