Unos 40 choferes del transporte urbano de pasajeros realizan una toma pacífica de la sede de UTA seccional Córdoba, denunciando alrededor de 100 despidos desde el conflicto de junio de 2017, cuando se llevó adelante un paro de colectivos que duró 10 días en toda la ciudad. Además, los choferes aseguran que no se sienten representados por el gremio.
En el lugar, sobre avenida Vélez Sarsfield, se realiza la quema de cubiertas y el corte de media calzada al tránsito.
Según afirman los trabajadores, tampoco se reincorporaron a unas 60 personas, a pesar de que desde la Municipalidad confirmaron que todos los empleados habían sido reintegrados.
Inclusive, en contacto con La Nueva Mañana, Pablo Farías, secretario adjunto del sindicato, negó que haya despidos y vinculó la protesta a la Unión de Conductores de la República Argentina (UCRA), nuevo gremio vinculado a Marcelo Marín, ex delegado de UTA y una de las figuras visibles durante el paro del 2017.
En tanto, desde la toma, Rubén Darío Chancalay, uno de los choferes despedidos, negó a este diario el trascendido de que este martes se habrían echado a 20 personas, afirmando que se trata de desvinculaciones «a cuentagotas».
«Nosotros tomamos la decisión de tomar el gremio porque hicimos las denuncias pertinentes en todos los organismos, agotando todos los recursos, para que se reincorpore a todos los compañeros. Desde el 2016 fue intervenida la seccional Córdoba y hay una total deslealtad sindical», sostuvo.
«Que la Justicia tome cartas en el asunto porque nosotros tenemos 612 páginas denunciadas. Que nos dé soluciones. Porque desde el gremio no nos sentimos representados. A esta comisión nadie la eligió», aseveró.
Finalmente, desde el municipio aseguraron a LNM que por el momento ningún funcionario dará declaraciones al respecto.