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Las redes sociales, protagonistas en el «Día del Amigo»

Las redes sociales como Facebook y Twitter se convirtieron hoy en "estrellas" de la celebración del "Día del Amigo", aunque también los mensajes de texto estuvieron a la orden del día para conmemorar esta fecha.

La celebración se enlaza con la llegada del hombre a la Luna-con el alunizaje de la nave Apolo XI el 20 de julio de 1969- y fue impulsada por el argentino Enrique Febbraro, profesor de Psicología, Historia y Filosofía.

Este profesor, también odontólogo y aficionado a la música, nacido en la localidad de Lomas de Zamora, planteó esta fecha como una oportunidad para «unir a los pueblos a través de lazos de amistad», y justamente vinculó a esto con la llegada del hombre a la Luna.

Cumpliendo con los rituales de este tipo de celebraciones, desde los teléfonos celulares se enviaron y recibieron numerosos de mensajes para saludar a los amigos o arreglar un encuentro «cara a cara».

Pero confirmando el notable crecimiento que vienen teniendo, las redes sociales fueron uno de los vehículos más buscados por buena parte de la sociedad para saludar a los amigos y amigas en su día y también para «subir» las fotos de alguna reunión.

Sobre la conmemoración de esta fecha y su origen, el escritor de aforismos José Narosky señaló que aquel 20 de julio de 1969 «millones de hombres de nuestro planeta sintieron simultáneamente una increíble conmoción espiritual» con la llegada del hombre a la Luna.

«Fue un hecho en el que la energía y el talento de algunos hombres, consiguieron hacer más grande al mundo. Se ratificaba una vez más que el porvenir siempre pertenece a la verdad. La televisión nos mostraba que una gigantesca araña mecánica -denominada Apolo XI- tripulada por tres hombres de la misma edad, 39 años, se posaba sobre el suelo de la Luna», destacó.

El escritor recordó que «tiempo después, se decidió que ese 20 de julio se celebrara cada año El día del Amigo, que considero podría haber sido también el día del amor, dado que la amistad es una especie de amor, aunque sin sus alas y sus sueños, pero que se experimenta también, frente a un semejante, con la sola afinidad espiritual».

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