Los jugadores de San Jorge de Tucumán se negaron este domingo a continuar el partido frente a Alvarado de Mar del Plata, como visitante, cuando perdían 1-0 a los cinco minutos del segundo tiempo, enojados por los fallos del árbitro Adrián Franklin en la revancha de la final del Reducido del Federal A por el segundo ascenso a la Primera B Nacional.
En el estadio «José María Minella», abarrotado por 20 mil hinchas, los jugadores en cancha y los suplentes del plantel tucumano se sentaron en el campo de juego, negándose a continuar con el partido, hasta que comenzaron a retirarse a los vestuarios.
En ese momento, Franklin hizo sonar su silbato tras varios minutos de incertidumbre y desató el festejo de Alvarado, que deberá ser refrendado por el Tribunal de Disciplina del Consejo Federal, el órgano de AFA que se encarga de regular los torneos de las Ligas del Interior.
Los fallos que le critican al árbitro Franklin son la segunda amarilla a David Valdéz y la expulsión de Maximiliano Guardia tras el gol de Emiliano López, a los 46 minutos del primer tiempo, donde también pidieron una posición adelantada del jugador local.
Además, el árbitro Franklin amonestó sólo en el primer tiempo a Rolando Serrano, Álvaro Pavón, Nicolás Carrizo, César More y el capitán Ricardo Tapia, todos jugadores del conjunto visitante.
«Creemos que fue un afano lo que pasó el primer tiempo, nos toca pasar a nosotros, hay que pensar en nuestras familias e hijos. No esperábamos un pésimo arbitraje, nos robaron en la cara», afirmó el capitán del conjunto tucumano Ricardo Tapia, que con el resultado perdía el ascenso, ya que la Ida había sido 0-0.
En tanto, Maximiliano Guardia agregó: «Se cagan en el trabajo nuestro, nos rompimos el orto todo el año y nos están robando, no nos pueden robar de esa forma. No queremos salir a jugar, no queremos jugar con este tipo dirigiendo. La decidimos cuando estábamos en el vestuario».
Alvarado, a la espera del fallo del Tribunal de Disciplina del Consejo Federal, celebró el hipotético ascenso con el que acompañaría a Estudiantes de Río Cuarto, el campeón, y que significaría su primera vez en el Nacional B, en más de 90 años de vida.
Lo cierto es que esta situación corona una temporada donde los arbitrajes de las distintas categorías del ascenso del fútbol argentino (tanto del torneo Federal como en la B Nacional, Primera B, Primera C y Primera D) estuvieron en el centro de la polémica.
«Creo que lamentablemente el equipo de San Jorge no vino a jugar. El gol estaba habilitado. No estuvo a la altura el rival, es un problema de ellos. Alvarado es Nacional», afirmó el presidente del conjunto marplatense, Wenceslao Méndez.