Choferes y titulares de taxis se movilizaron este miércoles por las calles céntricas de Rosario, hasta el Concejo Municipal, en rechazo al desembarco en la ciudad de una aplicación para viajes de alquiler que, se quejaron, amenaza su actividad como una competencia desleal. El disparador de la protesta fue el anuncio de la firma Cabify: tras ofrecer servicios corporativos, comenzará a operar en el segmento de viajes particulares asociada a Easy Taxi. Los prestadores del servicio en su formato tradicional acusan a este tipo de compañías por su modelo de negocios, que les permite evadir las normativas locales y las exigencias que el municipio impone al sistema de alquiler de vehículos. también, de sortear las leyes laborales por encubrir a sus trabajadores como «asociados» a una app.
«Se trata de una competencia ilegal», acusaron en sintonía desde la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis –Catiltar– y el sindicato de choferes. Agregaron que el funcionamiento de las app, entre las cuales la más conocida es Uber, viola la ordenanza local de servicios públicos.
Más de 300 taxis partieron a las 10 desde Oroño y Cochabamba. Una hora después llegaron al Concejo Municipal, en 1o de Mayo y Córdoba.
Los concejales Eduardo Toniolli, del peronismo, su par del PRO Alejandro Roselló y el también peronista e integrante del Ente de la Movilidad Osvaldo Miatello, entre otros de la Comisión de Servicios Públicos, recibieron a los choferes y titulares de licencias, que se organizan en diferentes entidades.
«Es absolutamente ilegal lo que hacen, porque no están respetando la ordenanza. Hay capturas de pantalla que muestran claramente que promocionan los viajes en remis más baratos que el taxi, y la norma vigente establece que la tarifa de taxi debe ser un 25 por ciento menor a la del remis», señaló a El Ciudadano José Tornambé, de Catiltar.
«La crisis económica hoy es terrible y de esta manera vamos a perder las fuentes de trabajo», agregó José Iantosca, tambiénd e Catiltar.
Horacio Boix, del sindicato de choferes, acompañó la movilización y estimó que «la intervención de está competencia ilegal puede afectar a más de 6 mil familias», que son solamente las que dependen de los choferes nucleados en el gremio.
El concejal Toniolli explicó, antes de la reunión con los movilizados, que el primer paso es dialogar con propietarios y trabajadores, que son los actores del sistema, para después, desde el Palacio Vasallo, pedir informes al Ejecutivo local sobre el funcionamiento y habilitación de Cabify. El edil peronista adelantó su opinión: La aplicación «viola la normativa vigente que regula los servicios públicos en la ciudad».
La alarma de los taxistas se encendió en enero último, cuando Cabify anunció su asociación con Easy Taxi para ingresar al segmento de viajes particulares, al estilo de Uber. Estos modelos de negocios, una aplicación informática para aparatos móviles que se «asocia» con los llamados «vehículos de transporte con conductor (VTC)», desató rechazos en varias grandes ciudades de todo el mundo. En Rosario, pretenden incorporar a sus plataformas a titulares de remises. La discusión sobre el valor de los viajes, que en estos casos no están regulados por el Estado, es una de las claves de la acusación por «competencia ilegal».
Alerta y reclamo
Con respecto a la reunión en el Palacio Vasallo, Iantosca consideró que creen que tendrán despacho favorable. “La mayoría de los concejales están de acuerdo con lo que planteamos. Hoy le venimos a decir que le exijan al ejecutivo que clausure la empresa Cabify. Hoy escuchamos en distintos medios a la gerenta decir que ellos son legales y, de ser así, entonces vamos a tener que actuar en contra de la Municipalidad y de los funcionarios porque no estarían cumpliendo con las ordenanzas que hay en la ciudad”, agregó.
“Para poder ser una empresa despachadora de taxis en la ciudad se debe tener un operador las 24 horas los 365 días del año, comunicación directa con el auto, el botón de pánico, el GPS, brindar el software a la Central 911 con el botón de pánico y darle todos esos datos a la Municipalidad. Si ellos (por Cabify) cumplen con todos esos requisitos, pueden trabajar pero en estas condiciones no. Es más, ofertan viajes de taxis y remises, cuando eso está prohibido por ordenanza”, concluyó Iantosca.