Dicen que los sueños están para cumplirse y eso es lo que buscan hacer Camila Arregui y Trinidad López, dos rosarinas que serán representantes locales en lo que será su segunda participación en un Mundial de Natación, esta vez en Gwangju (Corea), a desarrollarse entre este jueves y el 28 de julio. Y luego irán por más: participarán en los Juegos Panamericanos de Lima.
Las dos dividen sus tiempos entre la natación y la facultad, ya que Trini es estudiante de odontología y Cami de arquitectura, además de poder estar con sus familias y tener la vida social de toda adolescente.
A horas de su estreno en la cita ecuménica en tierras asiáticas, las chicas charlaron con El Hincha y contaron sus sensaciones de representar al país en estas competencias tan importante, el entrenamiento que deben realizar diariamente y todo el apoyo que reciben tanto de la familia como de la gente que las alientas en cada certamen.
—¿Cómo están de cara a todo lo que se les viene?
—CA: “Entrenamos bastante, las competencias están muy cerca pero venimos enfocándonos desde hace bastante tiempo. El gran objetivo del año son los Juegos Panamericanos de Lima y este Mundial en Corea del Sur, así que desde enero que arrancamos a entrenar hasta ahora, apuntamos a esto y para eso estas últimas semanas nos concentramos Irina Rodríguez, una entrenadora española que nos viene ayudando desde 2014, con el fin de mejorar la técnica y todo lo que nos van pidiendo los jueces en los torneos.
—¿Cómo se organiza el año teniendo en cuentas los certámenes que disputarán?
—TL: “Las rutinas del dueto libre las tenemos preparadas hace más de un año y la nueva que hicimos fue la del dueto técnico que la armamos este verano con la ayuda de Irina. Después de las vacaciones tenemos un periodo de adaptación, pero ahora con las competencias más cerca se le da más intensidad a todos los trabajos”.
—¿Cómo son las competencias de acuerdo a las disciplinas?
—CA: El Mundial es bastante largo por una cuestión de que hay preliminar y final de cada rutina, donde se compite solo dueto y equipo técnico y libre, rutina combinada libre y duetos mixtos libres y técnicos. Nosotras competimos en los dos duetos, técnico y libre; Trini estará en el sólo técnico y yo en el sólo libre. Mientras que en los Panamericanos solo se compite en modalidad de dueto y equipo técnico y libre, donde se reducen los días de competencia a dos nada más. Es todo muy intenso, se compite todos los días porque son muchos países lo que participan, en el Mundial hay aproximadamente cuarenta; y es un día poder estar tantos días afuera, lejos de casa y poder competir cien por ciento concentradas.
—¿Y cómo se preparan ustedes de la cabeza para afrontar todo esto?
—TL: Ya tuvimos una experiencia similar el año pasado en los Juegos Odesur de Cochabamba, en Bolivia, donde tuvimos que irnos un mes antes para prepararnos y adaptarnos a la altura, así que estamos más que preparadas desde lo mental para irnos y por el tema entrenamiento es lo que hacemos siempre: parte natación y mucha parte técnica, físico, de rutinas, pulir los detalles ya que este es un deporte de repetición, tratando de llegar a una perfección que casi no existe.
—¿Cuál es el sentimiento de representar a tu país?
—CA: Es un orgullo tremendo llevar los colores de Argentina a todos lados y por ahí en un deporte que no es tan conocido, pero cada vez que llevo el uniforme es sensacional. Cuando nos toca representarlo en los desfiles y llevamos la bandera se nos pone la piel de gallina. Pero también es muy bueno que la gente lo reconozca, que se alegren por nosotras y eso es súper satisfactorio.
—¿Cuán importante es el apoyo familiar para este sueño?
—TL: Sin ellos no hubiera hecho ni la mitad de lo que logré hasta ahora. Es fundamental para mí que me estén bancando, llegar de un entrenamiento y que estén tanto mamá como papá.
—Hace unos meses charlábamos con Julia Arino y decía que cuando se tira al agua, se termina todo y es el momento más lindo, ¿lo viven así también?
—CA: Sí, obvio. En ese momento te olvidas de todo, es aquí y ahora. Antes de competir estás con mil cosas en la cabeza y apenas saltas al agua, literalmente, se te va todo y después es lo más satisfactorio que una persona puede vivir, el haberlo dado todo por vos, por tu compañera, tu entrenadora y por todos lo que te alientan.