“Por la reforma, por la educación pública y la universidad”. El ex decano de la Facultad de Ciencia Política Franco Bartolacci asumió así este martes a la mañana como rector de la Universidad Nacional de Rosario, donde lo acompañará el titular de odontología, Darío Masía. Con un discurso de tinte político y acompañado por autoridades municipales y provinciales de distintos sectores, Bartolacci habló de los desafíos para los próximos cuatro años de gestión y prometió trabajar para construir una universidad pública, popular y feminista. Llamó a actualizar el reformismo y habló de una universidad “vinculada con los problemas de la sociedad actual”.
Destacó la necesidad de acompañar a los estudiantes para evitar la deserción y de articular con la provincia y el municipio políticas para que la universidad sea accesible “para todas y todos los jóvenes”. Valoró el desarrollo en ciencia y tecnología, y el acompañamiento de los profesionales. Entre las deudas pendientes, aseguró que “promoverá la ciudadanía universitaria para las escuelas medias”. Y la creación de 10 áreas de gestión, entre las que destaca la flamante de Género y Sexualidades, que reemplazarán las 20 secretarías actuales. También habló de la puesta en marcha “de un presupuesto participativo, de una agenda 2030 y de una ordenanza para que las prácticas sociales sean obligatorias”.
“Hay que profundizar los ejes de ciencia, tecnología y desarrollo para generar transformaciones concretas en la realidad de las personas. Tenemos que generar un vínculo más activo con el Estado local y provincial. La universidad tiene que alzar la voz sobre los temas que le preocupan a la sociedad. Tenemos que llegar a quienes no acceden para que sea un horizonte posible para todos los pibes”, señaló Bartolacci.
Hijo pródigo
Bartolacci dijo sentir el “honor de los hijos”: es hijo de una familia trabajadora de San Jorge y de la Universidad. Le agradeció a su padre, un inmigrante italiano que llegó al país para escapar de la guerra, quien lo escuchaba emocionado desde la primera fila.
“Es fruto de tu esfuerzo y es consecuencia de un país que habilitaba esas historias. Tenemos que hacer nuestro esfuerzo para que vuelvan a ser posibles. Hay mucha gente que la está pasando mal. Que esos pibes y pibas, el 50 por ciento bajo la línea de pobreza, vuelvan a ver a la universidad como un horizonte posible depende de nosotros”, señaló el flamante rector antes de cerrar su discurso, ante una audiencia que celebró con aplausos.
En el acto que tuvo lugar este martes por la mañana en el Espacio Cultural Universitario, Bartolacci estuvo acompañado el vicerrector electo Darío Masía, y los salientes Héctor Floriani y Fabián Bicciré.
También acompañaron autoridades municipales y provinciales. Estuvo el actual gobernador Miguel Lifschitz, y electo Omar Perotti. También la intendenta Mónica Fein y su sucesor, Pablo Javkin, quien se fundió en un gran abrazo con Bartolacci tras sus palabras.
Con la entonación del himno nacional y el universitario por el coro polifónico dio comienzo al acto, que continuó con la lectura de la resolución de la asamblea que en mayo consagró la fórmula del ex decano de Ciencia Política.
El saliente rector Héctor Floriani habló sobre las deudas de su gestión y los alcances logrados. Mencionó la necesidad de mejorar el vínculo con el contexto y la proyección de la universidad para construir puentes académicos y productivos. También hizo hincapié en mejorar la oferta formativa y productiva del conocimiento, así como avanzar en la infraestructura patrimonial y garantizar la eficiencia en la gestión.
Bartolacci retomó algunos de los puntos y habló de los desafíos de una “universidad moderna, innovadora, de excelencia y popular, más democrática y transparente, inclusiva, diversa y feminista, y estrechamente vinculada a la agenda, los actores y las instituciones de su tiempo”.
En su primer discurso llamó a romper la brecha entre la universidad actual y la sociedad, y a actualizar el reformismo entendido como “una respuesta a los mandatos de su tiempo al servicio de los problemas y desafíos actuales”.
Para el rector, la universidad está obligada a ser popular. “Es el pueblo el que la sostiene con su trabajo y sacrificio. Muchos compatriotas nunca han pisado nuestras aulas, y quizás nunca puedan ver a sus hijos transitar nuestros pasillos. Una universidad popular es la que se constituye en un horizonte posible, en una aspiración real de todo el pueblo”, señaló.
Destacó la necesidad de mejorar los índices de ingreso, permanencia y egreso. Y de buscar estrategias que garanticen el recorrido universitario de los estudiantes. Habló de programas de orientación, tutorías profesionales, diseño de nuevos trayectos de formación, y políticas de bienestar estudiantil.
También mencionó la creación de becas integrales para jóvenes que no tengan posibilidad de acceder.
“Para los que creemos que el acceso a la educación superior no es servicio ni privilegio, sino un derecho que el Estado a través de todas sus instituciones debe garantizar, no hay tarea más prioritaria que la de avanzar en este sentido. Todo en el marco de un conjunto de reformas académicas que entiendo debemos promover con celeridad”, aseguró.
Otro de los ejes fue el desarrollo científico y tecnológico. “Hay que colaborar con la recuperación del sistema nacional de ciencia y tecnología, construyendo una ciencia en diálogo con nuestro tiempo”, agregó, y dijo que acompañará a los científicos con acciones institucionales, políticas y recursos.
Entre las primeras medidas, señaló un proyecto para armar una agenda 2030 que establezca en conjunto los objetivos de la próxima década. También señaló la formación de docentes y no docentes, y el financiamiento de programas de posgrado para al menos el 75 por ciento estén capacitados.
Adelantó que saldará la deuda con las escuelas medias e iniciará los procedimientos para el reconocimiento de la ciudadanía universitaria. También profundizará las políticas de extensión y buscará una estructura más eficiente en lo financiero y administrativo. Para eso, propuso reducir las 20 secretarias a 10 áreas de gestión, y crear un presupuesto participativo.
Fue adelanto
Tal como había adelantado El Ciudadano, una de las medidas innovadoras que se anunció ayer es la creación de un área de Género y Diversidad para “construir una visión más justa e igualitaria, inclusiva y libre de violencias machistas”.
“Todos los problemas difíciles y estructurales necesitan que nos encontremos y generemos una sinergia para afrontar lo que nos pasa. Tenemos que pensar herramientas y políticas públicas en una agenda común. La presencia de autoridades habilita ese territorio, que es uno de los ejes centrales de gestión”, señaló Bartolacci.
“Construir consenso y generar puentes es una cuestión política. Necesitamos avanzar en el reconcomiendo de más derechos. No hay que temerle a los debates, sino terminamos en posiciones conservadoras y tenemos muchas cosas que cambiar. Quiero que mi paso empuje esos cambios”, agregó.