Familiares y amigos del bailarín de cumbia Rodrigo Gigena, a quien mataron el 6 de agosto último de un disparo cuando estaba en la puerta de su casa familiar, marcharán este viernes en San Lorenzo para pedir justicia por el crimen.
La concentración está prevista para las 18 en Clemente Albelo al 3300, donde vivía Rodrigo. La marcha llegará a la esquina de los bancos de la ciudad del cordón industrial. “Voy a pedir justicia para que no haya otro Rodri”, dijo la madre del joven, que integraba la academia de baile La Fuerza de la Cumbia con su familia. La mujer pidió a los sanlorencinos que los acompañen en el reclamo.
Murió el joven bailarín de cumbia que había quedado en la línea de fuego
Rodrigo Gigena tenía 26 años y vivía en San Lorenzo, donde con parte de su familia integraba la academia de cumbia «cruzada».
En la noche del martes 6 de agosto, quedó en la línea de fuego de un ataque armado perpetrado por los ocupantes de un auto, se presume, contra una casa vecina o un grupo rival. Estaba en la vereda, frente a la casa de sus padres. Recibió un tiro en el abdomen. Estuvo internado en grave estado en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. En la madrugada del viernes siguiente, los médicos informaron que había fallecido a causa de un “shock séptico”.
Fueron entre siete y diez los disparos que se escucharon alrededor de las 22 del martes fatal en la cuadra de calle Albelo al 3600. Algunos proyectiles calibre 9 milímetros quedaron incrustados en el frente de la casa de los Gigena, donde además funciona una despensa. Otros, en un auto estacionado. Y uno atravesó el abdomen del músico y le afectó un riñón y un pulmón.
A Rodrigo lo llevaron sus familiares hasta el hospital Granaderos a Caballo de San Lorenzo, pero enseguida lo derivaron al Eva Perón por la gravedad de las heridas. Allí falleció cerca de las 2 del viernes 9 por una infección generalizada, describieron los voceros judiciales y policiales.
El miércoles posterior al ataque, un grupo de vecinos de San Lorenzo –alrededor de 50 personas– se dirigió hasta un domicilio en Juanario Luna al 1.200. Dijeron que lo ocupaba un “narco” al que vincularon con la balacera que le quitó la vida a Gigena. Tras apedrear la vivienda, prendieron fuego la casa, a la que consideraron como un “bunker”.
