La Corte Suprema de Justicia dejó sin efecto un fallo que había reducido a 25 años de prisión la pena de reclusión perpetua impuesta a Guillermo «Concheto» Álvarez, el múltiple homicida que asesinó a cuatro personas entre 1996 y 1998, entre ellas un policía federal, cuando lideraba la llamada “Banda de los niños bien”.
Según informó la página Fiscales, el máximo tribunal resolvió por unanimidad declarar procedente el recurso extraordinario del procurador Eduardo Casal y, en consecuencia, revocó una resolución de la sala II de la Cámara Federal de Casación Penal.
Ese tribunal había reducido a 25 años de prisión la pena a cumplir por Álvarez (41), condenado a reclusión perpetua más la accesoria por tiempo indeterminado por homicidio calificado y robo agravado, entre otros delitos.
Según la Corte, al haberse transformado la pena de reclusión perpetua en una que inexorablemente habría de agotarse a los 25 años, los jueces concedieron al condenado el derecho a que, transcurrido el tiempo indicado, se dé por extinguida la sentencia, cualquiera sea el comportamiento intramuros o el pronóstico de reinserción social.
De esta forma, se cercenó la facultad de los jueces de revocar el beneficio en caso de comisión de un nuevo delito durante el período de la condicionalidad.
El líder de “La banda de los niños bien», como se la conoció mediáticamente hace 20 años, fue condenado por primera vez en 1998, cuando la Cámara de Apelaciones de San Isidro lo sentenció a 25 años de cárcel por el homicidio de un empresario llamado Bernardo Loitegui.
El crimen ocurrió el 27 de julio de 1996, cuando Álvarez y otros dos cómplices abordaron a Loitegui para robarle su auto Mercedes Benz en la localidad de Martínez, y el «Concheto» lo mató de dos tiros en el pecho delante de su hija.
Al día siguiente, la banda irrumpió en el pub Company, de Migueletes 1338, en el barrio de Belgrano y, allí Álvarez mató a tiros al subinspector de la Policía Federal Fernando Aguirre, que había herido a uno de sus cómplices, y a la estudiante María Andrea Carballido.
Por esos homicidios el «Concheto» fue condenado en 1999 a la pena de reclusión perpetua.
Finalmente, en 2000 recibió una nueva condena de 18 años de prisión por el asesinato de Elbio Aranda, un compañero de pabellón al que mató en la vieja cárcel de Caseros en 1997, cuando tenía apenas 17 años.
En marzo de 2014, el Juzgado de Ejecución Penal número 4 de la Capital Federal hizo lugar parcialmente a un planteo de la defensa y estableció en 37 años y 6 meses la fecha de vencimiento de la pena, bajo el argumento de que pudiera obtener la libertad condicional.
Pero la defensa de Álvarez recurrió la decisión y la sala II de la Cámara Federal de Casación Penal resolvió, en diciembre de 2015, que «una interpretación armónica y constitucional de la pena de prisión perpetua, por lo menos en la ley aplicable a este caso, no puede exceder los 25 años de prisión”.
Esa resolución motivó un recurso extraordinario federal por parte de la Fiscalía General ante la Casación y, ante su rechazo, una queja ante la Corte.
Álvarez está preso desde 1996, cuando tenía 17 años, y sólo permaneció en libertad entre diciembre de 2015, a raíz del fallo de Casación, y marzo de 2016, cuando volvió a ser detenido en Montserrat acusado de robarle a mano armada un morral con 60.000 pesos a un ciudadano colombiano que los había retirado poco antes de un banco.
Ese día, el “Concheto” fue atrapado por la víctima y otras personas que circulaban por el lugar, mientras que luego la Policía encontró el dinero, un revólver calibre .32 con seis municiones en el tambor y otras 42 municiones del mismo calibre.