Un hombre, de 52 años, fue asesinado de un disparo por la espalda el 31 de diciembre de 2013 cuando fue perseguido por dos ladrones que lo atacaron en San Francisquito para robarle la moto. Por el hecho, el autor del balazo, quien era menor de edad en ese entonces, fue condenado por el Juzgado de Menores. Ahora fue el turno del conductor de la moto, ayer el tribunal sentenció al joven, de 26 años, a 17 años de prisión por el homicidio en ocasión de robo.
Carlos Gregorio Gaitán tenía 52 años. El fiscal Gonzalo Fernández Bussy lo describió como un hombre trabajador y único sostén de su familia. Tenía una Honda Titán gris que usaba para trabajar y trasladar sus herramientas. En la primera media hora del 31 de diciembre de 2013, Gaitán volvía a su casa, en barrio San Francisquito. El hombre manejaba por Dean Funes al 3800, hacia el oeste cuando se dio cuenta que un motociclista con un acompañante lo seguía.
Gaitán dobló en contramano en Alsina. La moto que lo seguía hizo lo mismo y el acompañante sacó un arma y le disparó. Un proyectil entró por la parte superior izquierda de la espalda de Gaitán. La víctima logró conducir unos metros hasta que se desvaneció frente a su vivienda. Los ladrones se llevaron la moto y, al escapar, hicieron el mismo camino. En el trayecto, pasaron frente a un grupo de personas. El menor de ellos, que iba en la moto de Gaitán, les gritó: “No batan la cana”.
A unas 7 cuadras, en Amazonas al 3100, la policía encontró la Honda Titan tirada en la calle con el manubrio trabado.
Mientras Gaitán agonizaba frente a su casa, su hermano llamó al 911. Personal del Comando Radioeléctrico llegó y terminó trasladando a la víctima hasta el hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), porque la ambulancia no llegaba. Gaitán llegó sin vida.
Por el caso dos personas fueron detenidas. Un adolescente, quien entonces tenía 16 años, el cual fue sometido a un proceso penal en la Justicia de Menores y fue condenado por gatillar el arma que mató a Gaitán.
El otro fue César David Cosenza, de 26 años, para quien el fiscal Fernández Bussy pidió la pena de prisión perpetua el viernes 23 de agosto pasado cuando comenzó el juicio oral.
Para la Fiscalía, Cosenza fue partícipe necesario del delito de homicidio crimina causa –es decir la comisión de un delito para encubrir otro–.
El debate oral continuó con las argumentaciones de las partes donde la defensa representada por Mariano Scaglia y Hernán Tasada, donde hablaron de deficiencia probatoria e irregularidades en la investigación.
Tras la presentación de las partes, el tribunal –integrado por la magistrada Hebe Marcogliese junto a los jueces Juan Andrés Donnola y Mariano Aliau–, resolvió condenar a Cosenza a la pena de 17 años de prisión por el delito de homicidio en ocasión de robo doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor en calidad de autor.
