El 12 de octubre de 1923, en los alrededores de la cancha de Boca, en Buenos Aires, 22 mujeres jugaron lo que se registró como el primer partido de fútbol femenino. Los equipos: Argentinas vs Cosmopolitas, fueron convocadas por un empresario para jugar el duelo. La fecha aparece en el rastreo que la periodista Ayelen Pujol realizó para escribir su libro “Que Jugadora”, el primero de la historia del fútbol de mujeres. Así encontró la cobertura del diario La Vanguardia, el único medio que le dio importancia a un partido, que sin saberlo, entró en la historia.
Este jueves, en el predio de la Asociación del Fútbol Argentino, en Ezeiza, otro grupo de mujeres entraron a la historia del fútbol femenino. No fueron 22, fueron muchas más. Y los diarios, sin dudas, van a hablar de ellas.
El anuncio fue en marzo. Claudio Chiqui Tapia, el presidente de la AFA, dijo con bombos y platillos, que el fútbol femenino en Argentina iba a ser profesional. El anuncio llegó meses después de una serie de reclamos, que comenzaron con la denuncia pública y la presentación judicial de Macarena Sánchez. La santafesina, actual jugadora de San Lorenzo, luego de ser desvinculada de su club, UAI Urquiza, puso en palabras una lucha histórica: que las jugadoras sean consideradas trabajadoras de fútbol. Hoy, esta situación es una realidad. No sólo ella, sino más de 140 jugadoras en Argentina se convirtieron en profesionales.
El reclamo, se podría decir que llegó en el momento justo de la historia. No solo tenía que ver con una cuestión salarial, sino también con un cambio cultural. Dejar de ver al fútbol como algo propio de lo masculino, excluyente con las mujeres en todos los espacios. Sumado a eso, el reclamo convivió-y convive- con un movimiento de mujeres en alza, con la llamada ola verde, y el fútbol, de a poco, deja de ser visto por los propios feminismos como algo ajeno, y pasa a ser bandera. Que las pibas también puedan jugar.
Cuando eso ocurrió, dice Pujol, “fue como un choque de placas tectónicas, el mundo del fútbol tembló y se amplió, porque hubo mujeres que llegaron a él desde el feminismo, y también porque hubo futbolistas que se hicieron feministas al ser interpeladas por el impulso de expresar y concretar sus deseos de manera libre”.
Esos deseos, que fueron sueños, este jueves en Ezeiza, comenzaron a hacerse realidad.
Central, el único del Interior
El elenco de Arroyito es el único representante del interior del país en participar del torneo de Primera de AFA que tendrá su comienzo el próximo sábado 21. El actual tricampeón del torneo de la Rosarina, además, se convirtió en el primero en profesionalizar el fútbol de mujeres. Los contratos firmados por el Canalla fueron ocho. Camila Roma, Nadia Capó, Camila Bellavia, Cecilia Centurión, Romina Escalada, Virginia Gómez, Paula Salguero y Erica Lonigro, fueron las que estamparon la firma. Sin embargo se ficharon 28 jugadoras para participar de este nuevo torneo.
La delegación auriazul estuvo presente en Ezeiza para la gran presentación. Encabezada por Carla Facchiano, integrante de la comisión directiva auriazul, y por el vicepresidente primero Ricardo Carloni, parte del plantel y el cuerpo técnico de Roxana Vallejos, partió desde temprano rumbo a Buenos Aires.
Donde deberán volver dentro de unos días, cuando comience el torneo. Es que el sorteo definió que Central juegue la primera fecha ante Villa San Carlos de La Plata, de visitante. En la segunda, recibirá en la Ciudad Deportiva de Granadero Baigorria a SAT Said, reciente ascendido a la A, y luego volverá a viajar para medirse con Boca.