El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado la muerte de Hamza bin Laden, uno de los 20 hijos y designado heredado del fundador del grupo islamista al Qaeda, Osama bin Laden. El anuncio fue poco después de que se cumpliera un nuevo aniversario de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, perpetrado el 11 de septiembre de 2001, que fue atribuido a la organización con base en Afganistán que había sido aliada estadounidense en la guerra afgano-soviética.
«La pérdida de Hamza bin Laden no sólo deja a este grupo Al Qaeda sin un liderazgo y una conexión simbólica con su padre, sino que además limita y disminuye las actividades operacionales del grupo», publicó el mandatario en una comunicado emitido por la Casa Blanca y recogido por agencias internacionales.
El rumor llevaba un tiempo. En los últimos meses, varios medios locales habían informado, con cita de fuentes de inteligencia, la muerte del hijo de Osama bin Laden. Los artículos coincidían en señalar que la eliminación de Hamza había ocurrido en un período circunscrito a los últimos dos años, durante una operación en la frontera entre Pakistán y Afganistán.
Al Qaeda y Osama bin Laden fueron señalados como los responsables de los ataques perpetrados el 11 de septiembre de 2001 en contra de varios puntos de Estados Unidos, incluidos el Pentágono y las Torres Gemelas en Nueva York.
La agencia de noticias AFP ya había reportado que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, confirmó a finales de agosto la noticia. El funcionario, según los cables, dijo que «él entendía» que Hamza bin Laden estaba muerto. Hasta este sábado, ni Trump ni otros altos miembros de la Casa Blanca lo habían confirmado.
Hamza era el hijo número 15 de los 20 que se le adjudican al líder islamista. En febrero de 2019, el departamento de Estado había anunciado una recompensa de un millón de dólares por información que condujera a su captura, al considerar que «había emergido como un líder dentro de al Qaeda».
Osama bin Laden fue asesinado el 2 de mayo de 2011 en un operativo ejecutado por fuerzas estadounidenses en la localidad de Abbottabad, en el norte de Pakistán.
