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Plan Abre: abrieron y pavimentaron 900 metros de nuevas calles

Esta última obra, que incluye conexiones domiciliarias de cloaca y agua, es importante ya que responde a los problemas de anegamientos que sufren los habitantes del barrio al localizarse en el sector más bajo de la cuenca del arroyo Ludueña

En el marco del Plan Abre, el gobierno de Santa Fe y la municipalidad de Rosario avanzan en la urbanización del barrio Sorrento y Cullen, en la zona noroeste de la ciudad.

Entre los trabajos más importantes, concretaron la apertura y pavimentación de cuatro calles (Namuncurá, Fresno, Campbell y Calle 3) que totalizan casi 900 metros de nueva traza. También ejecutaron la red de agua potable, cloacas y desagües pluviales, mientras que iniciaron la construcción de veredas y de la red eléctrica de baja tensión, como parte del plan Luz Segura para hacer conexiones eléctricas formales en las casas.

El progreso de las obras fue supervisado por el secretario de Estado del Hábitat de Santa Fe, Diego Leone, y el presidente del Servicio Público de la Vivienda de Rosario, Manuel Sciutto, quienes recorrieron el sector en el que habitan más de 350 familias.

“Este proyecto tiene como meta brindar una solución habitacional. Fue posible gracias a la sanción de la Ley de Acceso Justo al Hábitat, un instrumento sin precedentes, que permitió expropiar un importante terreno de 12 manzanas y comenzar, posteriormente, las obras de urbanización”, explicó Leone. “Nuestra prioridad es mejorar la calidad de vida de los vecinos e integrar el barrio a la trama urbana de la ciudad. En paralelo, estamos avanzando con la regularización dominial del barrio”, agregó.

Por su parte, Manuel Sciutto, destacó la presencia de trabajadores del Estado en el territorio: “Un equipo de profesionales técnicos y sociales trabajan en el lugar cada día, lo que permite mayor cercanía, diálogo y planificación conjunta de las mejoras urbanas y sociales que beneficien a estas familias. Es la manera de garantizar la transformación del barrio”.

Las autoridades destacaron la construcción de 12 viviendas premoldeadas de hormigón para relocalizar a familias asentadas en las nuevas trazas. También la realización de un importante desagüe pluvial y cloacal debajo de calle Barra que se extiende 1.400 metros.

Esta última obra, que incluye conexiones domiciliarias de cloaca y agua, es importante ya que responde a los problemas de anegamientos que sufren los habitantes del barrio al localizarse en el sector más bajo de la cuenca del arroyo Ludueña.

La transformación de Cullen y Sorrento comenzó después del relevamiento del Abre Familia, que permitió conocer la situación social de cada una de ellas y detectar las prioridades para acercar políticas públicas específicas en la zona. Lograron la documentación de cientos de familias, garantizando el derecho a la identidad. Además realizaron un trabajo de fortalecimiento institucional con distintas organizaciones del lugar y plantearon diferentes propuestas para jóvenes no escolarizados o que ni estudian ni trabajan.

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