La niña brasileña Ágatha Félix, de 8 años, murió este sábado tras recibir un disparo en la espalda durante una operación policial en una favela de Río de Janeiro, convirtiéndose en la más reciente víctima de la violencia que azota al estado carioca.
La pequeña se encontraba la noche del viernes en el interior de una camioneta en el Complejo de Alemao, un conjunto de favelas en la zona norte de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, cuando recibió un tiro en la espalda.
La niña, quien se encontraba con su madre en el interior del vehículo, fue auxiliada tras recibir el disparo y trasladada a un hospital de Río, pero no resistió las heridas y falleció la madrugada de este sábado, informó la agencia de noticias EFE.
Según relatos de vecinos recogidos por la Voz das Comunidades, un medio de comunicación de las favelas de Río, la policía disparó contra una motocicleta, pero la bala se desvió, entró en la camioneta y alcanzó la espalda de la menor.
«Mató a una inocente, a una niña inteligente, estudiosa, obediente, de futuro. ¿Dónde están los policías que hicieron eso? Su voz es el arma», denunció el abuelo de la niña, Ailton Félix, en declaraciones recogidas por el diario Extra.
La Policía Militar de Río de Janeiro, por su parte, informó en un comunicado que agentes de la Unidad de Policía Pacificadora de la
Fazendinha fueron atacados en varios puntos de la favela de forma simultánea y, por esa razón, el equipo «respondió» a la agresión.
Tras la muerte de Ágatha Félix, decenas de vecinos salieron a las calles de la favela para pedir el fin de la violencia en el Complejo de Alemao, una de las regiones más peligrosas de Río de Janeiro y donde se registran continuos enfrentamientos entre la policía y bandas de narcotraficantes.
Según datos del Instituto de Seguridad Pública de Río de Janeiro, entre enero y julio de este año, 1.075 personas murieron en operaciones policiales en esta ciudad brasileña, un número en un 20% superior al del mismo período del año pasado.
El aumento en el número de muertes coincide con la llegada al poder de gobernador de Río de Janeiro, Witson Witzel, quien ha sido denunciado ante organismos internacionales por las organizaciones de defensa de los derechos humanos debido a que es un defensor del uso de francotiradores y de helicópteros blindados en las operaciones policiales pese a poner en riesgo a cientos de personas inocentes.
Witzel también defiende una solución policial para los problemas de violencia en las favelas de Río de Janeiro y que los uniformados no sean sancionados por las muertes que provocan.