El martes, en el Ministerio de Trabajo, el gobierno reabrirá una nueva ronda de negociaciones en el ámbito del Consejo del Salario que tendrá como fin llevar antes de enero de 2011 los sueldos mínimos de los 1.500 pesos actuales a un monto aproximado de 1.750 pesos.
El titular de esa cartera, Carlos Tomada, recibió el miércoles en Casa de Gobierno las últimas instrucciones de Cristina de Kirchner y ahora los participantes de esas negociaciones comenzarán a recibir las invitaciones para el primer encuentro de la semana que viene. Entre otros, estarán presentes el próximo martes miembros de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio, la Cámara Argentina de la Construcción, la Came y las cuatro entidades que representan al campo. Desde el otro costado, concurrirán los representantes de la CGT de Hugo Moyano y la CTA en sus dos variantes, más cerca o más lejos del gobierno.
Hasta ahora no hay planes oficiales para extender la invitación a la CGT Celeste y Blanca de Luis Barrionuevo.
El llamado al Consejo del Salario, beneficiaría a unos 300.000 trabajadores que no están contemplados por ningún convenio colectivo. En su mayoría se trata de operarios vinculados a pequeñas y medianas empresas, especialmente del interior del país. Están descartados el servicio doméstico y los trabajadores rurales que tienen sus propios regímenes. Tampoco están alcanzados los trabajadores monotributistas contratados por empresas privadas o por el Estado. En teoría, ningún operario en el país que cumple las ocho horas diarias de trabajo debería percibir menos que este salario mínimo. Obviamente quedan también fuera del sistema los trabajadores “en negro”. Fuentes del Ministerio de Trabajo calculan que en la actualidad habría unas 2 millones de personas en esta situación.
La intención del gobierno es llevar el salario mínimo de manera gradual de los 1.500 pesos actuales a 1.750 pesos, a más tardar en enero próximo. Luego, antes de octubre de 2011, fecha de elecciones presidenciales, los sueldos mínimos deberían ubicarse cerca de los 2.000 pesos, lo que implicaría un alza superior al 20 por ciento anual, por encima de la inflación privada teórica.
Nuevamente este año el gobierno cumplió con su tradición de llamar al Consejo del Salario en la última semana de julio. Este año incluso se repitió la fecha de 2009, 28 de julio, pese a que se especulaba que se esperaría hasta algún momento más cercano a fin de año ante la eventual sanción o fracaso del proyecto de incremento del 82 por ciento móvil que impulsa la oposición en el Congreso. Hay que recordar que las jubilaciones mínimas, según los proyectos que están en tratamiento en el Senado, dependerían del nivel de los sueldos más bajos.
El anuncio del llamamiento al Consejo fue hecho anteayer por la presidenta en el lanzamiento de las subas del nuevo paquete de asistencia social. Según dijo Cristina, “la gran política de Estado es la del trabajo registro, del trabajo digno”, por eso, a los “dirigentes sindicales que representan a los trabajadores registrados, en blanco, que cobran asignaciones, que les tienen que reconocer a la mujer embarazada” les pidió “garantizar” la continuidad del modelo. “Los que ya tienen trabajo porque están sindicalizados tienen que garantizar que este modelo pueda seguir para ir incorporando a los que todavía no pueden representar”, pidió. La frase fue interpretada como un llamado a negociar con prudencia desde el martes.
De todas maneras se supo ayer que uno de los proyectos recurrentes de la UIA será rechazado: en la mesa de negociaciones se rechazará la posibilidad de tener salarios mínimos diferentes según la región del país de que se trate.
