El panorama se alteró. La caída ante Francia en el debut en esta Copa del Mundo, modificó radicalmente el escenario para el seleccionado argentino que llegó a Japón con el objetivo, de estar, de mínima, en cuartos de final. El equipo dirigido por Mario Ledesma no tiene margen de error, ya que por delante tiene tres partidos y los debe ganar para mantener viva su ilusión de estar entre los mejores ocho seleccionados del mundo ovalado. Pero en esas tres finales, la agenda marca el choque con el combinado isleño, un rival de fuste que supo complicar a los argentinos en el pasado Mundial, para luego encarar una verdadera final contra Inglaterra, uno de los principales candidatos al título y adversario al que no lograr doblegar en los últimos 10 años.
Antes de pensar en Inglaterra (5 de octubre en Tokio), el seleccionado argentino debe sortear a Tonga, esta trasnoche de sábado a la 1.45 en Osaka. En la segunda fecha Los Pumas tendrán enfrente a un seleccionado isleño que es toda una incógnita, seguramente buscará someter desde el juego físico en los primeros veinte minutos. Luego de ese lapso si Argentina sale ileso y toma las riendas del encuentro deberá ser el protagonista excluyente del match, ya que cuenta con jugadores de mejor nivel y además puede jugar con disciplina táctica, un aspecto fundamental para poder lograr un triunfo en una Copa del Mundo.
Primero debe asegurar el triunfo, y después el tan ansiado punto bonus (cuatro tries). Los del Pacífico perdieron 35 a 7 ante Inglaterra, con lo cual Argentina debería lograr un resultado más abultado para engrosar de tantos a favor.
El mejor escenario para Argentina en la previa del duelo ante los ingleses, sería salir de Osaka con una goleada. Ya que un éxito en el Hanazono Stadium le permitiría ir a jugar mano a mano con la Rosa para acercarse a los cuartos de final.
Otro aspecto positivo es que Los Pumas todavía dependen de sí mismos para alcanzar el objetivo, no es un dato menor, pero deberán superar a Inglaterra, un duro hueso de roer.