El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que la deuda externa argentina era de 283.567 millones de dólares al cierre del segundo trimestre de 2019. De esta manera, creció en 22.084 millones de dólares respecto de la que había en el segundo trimestre de 2018; es decir, en un 8,4%. Se trata de 7.819 millones de dólares más que en el trimestre anterior, publicó Tiempo Argentino.
Lo más preocupante es el incremento de esa deuda en relación al Producto Bruto Interno (PBI). Mientras en 2017 el total de la deuda externa representaba el 30,4%, ese porcentaje se elevó al 43,2% en 2018 y ya cubre el 58% en 2019.
Este crecimiento se debió a un aumento de la deuda tomada por el gobierno nacional de Mauricio Macri; es decir, al préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) más las deudas de muy corto plazo en manos de fondos de inversión especulativos.
Finalizado el segundo semestre, el 62% de la deuda corresponde al gobierno general (nacional, provincial y municipal), el 26% a sociedades no financieras, hogares e ISFLSH (sector privado), el 8% al Banco Central de la República Argentina, el 2% a las sociedades captadoras de depósitos (bancos) y el 1% a otras sociedades financieras.
Dolarización de la deuda
Aumentó también la proporción de deuda externa que está nominada en moneda extranjera, que pasó del 89% del total en el segundo trimestre de 2018, al 92% en el segundo trimestre de 2019. Del total de la deuda en moneda extranjera, el 60% corresponde al dólar estadounidense.
Esto afecta con más fuerza a las finanzas públicas, ya que por la devaluación del peso se hace cada vez más costoso conseguir los dólares para pagar esa deuda.
Por las devaluaciones, la deuda externa en pesos perdió fuerza al caer del 11% del total, al 8%. En tanto, la deuda nominada en otras monedas se duplicó por el aumento del endeudamiento en yuanes, la moneda de China.
