Un estudiante universitario de 20 años encontró un celular en la plaza de los Constituyentes, de la capital provincial. Era un Iphone y a los cuatro meses se contactó con el dueño del teléfono, a quien le exigió la clave del aparato a cambio de no publicar sus fotos.
El dueño del teléfono y el estudiante mantuvieron otras ocho comunicaciones hasta que este lunes pautaron encontrarse. El propietario tenía que llevar 10 mil pesos y podría recuperar el Iphone. La cita se concretó, pero lo que el estudiante no sabía era que iba a terminar detenido e imputado por hurto y tentativa de extorsión.
El santafesino, identificado sólo por sus iniciales G.E.L., tuvo la audiencia imputativa este jueves, la cual estuvo presidida por la magistrada Sandra Valenti en los Tribunales de la capital provincial.
En su acusación, la fiscal del caso, María Lucila Nuzzo reconstruyó que “en los primeros días de abril, el imputado se apropió de un teléfono celular marca Iphone que había sido olvidado por su propietario en un banco de la plaza Constituyentes”.
Lejos de devolver el costoso aparato, la fiscal contó que “el lunes 12 de agosto se contactó con el dueño del teléfono, le informó que lo tenía en su poder y le pidió que le diera la contraseña a cambio de no publicar las fotos y la información guardada en el aparato”.
Las conversaciones entre el dueño del aparato y el estudiante se repitieron en otras ocho oportunidades –tres en agosto y cinco en septiembre– y, según la Fiscalía, “en todas exigió 10 mil pesos a cambio de publicar nada y de entregar el teléfono”.
Las negociaciones terminaron este lunes, día en que los involucrados acordaron encontrarse en el Parque Federal para concretar la transacción que sólo dejó conforme a una de las partes, ya que el estudiante fue detenido por personal policial.
Tras brindar los detalles del caso, la fiscal solicitó la imputación y presentó una salida alternativa a la prisión preventiva donde el estudiante de una carrera universitaria relacionada a tecnologías de la información tendrá que fijar domicilio, presentarse una vez por mes en el Ministerio Público de la Acusación y evitar todo tipo de contacto con la víctima.
En ese marco, la jueza Valenti aceptó la acusación de la Fiscalía, lo imputó por los delitos de hurto y tentativa de extorsión y dictó dichas medidas alternativas a la prisión.
